NVIDIA no está dispuesta a dejar de venderle chips a China. Así es como está esquivando las sanciones de EEUU
Estados Unidos quiere impedir que China muestre avances significativos en los campos de la supercomputación y de la tecnología militar. ¿La estrategia? Imponer restricciones comerciales que restrinjan la exportación de ciertas tecnologías estadounidenses al país asiático. El Departamento de Comercio ya se ha puesto manos a la obra para conseguirlo, pero las compañías no están dispuestas a quedarse de brazos cruzados.
NVIDIA, la multinacional especializada en el desarrollo de unidades de procesamiento gráfico, tiene un plan para recuperar parte del mercado chino perdido debido a las restricciones comerciales. Según Reuters, se trata de ofrecer productos alternativos a los que han sido prohibidos por Estados Unidos. Y no se trata de un movimiento sencillo, porque ha tenido que fabricar chips especialmente diseñados para China.
NVIDIA vende las GPUs A800 en lugar de las A100
Como contábamos en septiembre, NVIDIA tuvo que dejar de vender dos de sus productos más avanzados a China. Hablamos de las GPUs A100 y H100, dos piezas muy importantes a la hora de desarrollar proyectos de supercomputación. Estas gráficas fueron incluidas dentro de una lista del Departamento de Comercio que exige una licencia especial para exportar estos productos.
La solicitud de estas licencias es minuciosamente analizada, pero generalmente son rechazadas, según recoge The New York Times. No sabemos si NVIDIA intentó conseguir una de estas licencias, pero la compañía optó por ofrecer a China una GPU alternativa conocida como NVIDIA A800. La misma, de momento, no está incluida en la lista de exportación del Departamento de Comercio.
Para cumplir con las exigencias de Estados Unidos, NVIDIA tuvo que poner en su catálogo productos con algo menos de potencia, aunque eso no quiere decir que dejen de ser bestiales. La GPU A800, al igual que la A100, integra los núcleos Tensor Core de 3ª generación y es 20 veces más potente en tareas de aprendizaje profundo que sus antecesoras con arquitectura Volta, alcanzando los 312 TFLOPs de potencia.
La principal diferencia, como podemos ver una su ficha técnica, radica en la interconexión de GPUs de alta velocidad a través de NVLink. Es decir, la tecnología que permite un elevado escalado de memoria y rendimiento para equipos que soportan altas cargas de trabajo. En este caso, la A800 tiene un ancho de banda de 400 GB/s mientras que la A100 alcanza los 600 GB/s.
En declaraciones a Reuters, el analista de CCS Insight, Wayne Lam, dijo que “La A800 parece ser una GPU A100 reempaquetada”. Queda por ver si este movimiento de NVIDA tendrá éxito en el mercado chino. Pero ese no es el único desafío por superar. También debería asegurarse que el Departamento de Comercio no incluya a su nueva GPU dentro de su lista de exportaciones en el corto plazo.
Lo cierto es que esta situación deja algo en claro: el negocio de la supercomputación es demasiado jugoso como para dejarlo pasar. De acuerdo a The Wall Street Journal, las restricciones podrían hacer perder a NVIDIA hasta 400 millones de dólares por trimestre. Impulsar las ventas de este producto alternativo podrían, al menos, suavizar las pérdidas económicas.
Cabe señalar que la guerra de los chips no se limita únicamente a los campos mencionados. Estados Unidos también está tratando de impedir que China pueda fabricar sus propios chips. Para ello, la administración de Joe Biden quiere evitar que ciudadanos estadounidenses trabajen en proyectos de alta tecnología chinos.
Imágenes: Renato Ramos Puma | Nvidia