Musk va a juicio por su salario en Tesla en plena guerra con el equipo de Twitter
La multimillonaria remuneración de Tesla a su consejero delegado, Elon Musk, está en el centro de un juicio que arranca este lunes en Estados Unidos y en el que un pequeño inversor del fabricante de vehículos eléctricos se enfrenta al hombre más rico del mundo. En el proceso, que se celebra en un tribunal especializado del estado de Delaware y que se prevé dure alrededor de una semana, está en juego el paquete de compensación que la empresa aprobó en 2018 para Musk, con un valor de hasta 56.000 millones de dólares. Este año el bonus ha sido de 23.000 millones de dólares
La remuneración, la mayor que se conoce para un ejecutivo, estaba vinculada al cumplimiento de ciertas metas y en forma de acciones de la compañía, por lo que cuanto más alta fuese su cotización más recibiría Musk. Con los títulos de la empresa disparados durante la pandemia, Musk se convirtió en 2021 en la persona más rica del mundo. En la demanda que se juzgará en Delaware se denuncia que el empresario usó su poder sobre la empresa y su junta directiva para obtener ese extraordinario paquete de compensación, con una serie de objetivos que eran fáciles de alcanzar y que no se explicaron adecuadamente a los accionistas.
El demandante, Richard J. Tornetta, denuncia además que Musk no tenía dedicación plena a Tesla y que diseñó él mismo esa remuneración para tener fondos con los que financiar otros proyectos personales, principalmente el de la exploración espacial. El caso se verá en el mismo tribunal que durante meses se ocupó de la demanda presentada contra Musk por Twitter, después de que rompiese el acuerdo para hacerse con la red social y que no llegó a juicio porque en el último momento el multimillonario dio marcha atrás y aceptó lo pactado.
El proceso, en el que se espera que testifique el propio Musk, llega en un momento en el que el empresario está centrado en la gestión de su nueva compañía, Twitter, donde en apenas dos semanas ha despedido a la mitad de la plantilla y ha espantado a muchos anunciantes con nuevas apuestas como las promesas de una menor moderación de contenidos. Twitter Blue, su propuesta estrella, ha tenido que ser suspendida esta semana ha disparado la confusión, facilitando que usuarios suplantasen a otros a modo de broma o con fines fraudulentos. Compañías como Nintendo o la propia Tesla vieron como usuarios armados con el ‘tick’ azul de verificación se hacían pasar por ellas durante horas, hasta que sus cuentas eran suspendidas.
Según un mensaje interno visto por la web tecnológica Platformer, Twitter ha optado por paralizar el servicio y frenar el acceso a la verificación de pago «para ayudar a dar respuesta a problemas de suplantación». En paralelo, Twitter anunció que ha recuperado la etiqueta de «oficial» para distinguir algunas cuentas, una marca que había creado esta semana, pero que horas después había sido cancelada por orden directa de Musk. Aparentemente, sólo los anunciantes en la red social están recibiendo ahora este distintivo, que busca combatir el problema de los impostores.
La complicada situación que atraviesa la red social ha llevado al magnate a desprenderse de casi 20 millones de acciones de Tesla por 4.000 millones, rompiendo su promesa a los inversores, acción que el propio Musk ha admitido que lo ha hecho para «salvar» Twitter y condiciona así el futuro del fabricante de automóviles eléctricos a que la plataforma del pájaro vaya bien en el futuro.