Una galaxia propia del universo lejano a 20 millones de años luz
Astrónomos han descubierto el ejemplo más extraordinario hasta la fecha de una galaxia cercana, a solo 20 millones de años luz con rasgos que se asemejan más a las galaxias del Universo primitivo.
La diminuta galaxia HIPASS J1131-31, de tan sólo 1.200 años luz de diámetro, ha recibido el sobrenombre de «Peekaboo» debido a que en los últimos 50-100 años ha salido de detrás de la estrella en rápido movimiento que ocultaba la capacidad de los astrónomos para detectarla.
El descubrimiento es fruto del esfuerzo combinado de telescopios terrestres y espaciales, incluida la confirmación del telescopio espacial Hubble de la NASA. En conjunto, la investigación muestra pruebas tentadoras de que la galaxia Peekaboo es el ejemplo más cercano de los procesos de formación de galaxias que comúnmente tuvieron lugar poco después del big bang, hace 13.800 millones de años.
«Descubrir la galaxia Peekaboo es como descubrir una ventana directa al pasado, que nos permite estudiar su entorno extremo y sus estrellas con un nivel de detalle inaccesible en el universo lejano y primitivo», afirma en un comunicado el astrónomo Gagandeep Anand, del Space Telescope Science Institute, coautor del nuevo estudio sobre las intrigantes propiedades de Peekaboo.
Los astrónomos describen las galaxias como Peekaboo como «extremadamente pobres en metales» (XMP). En astronomía, «metales» se refiere a todos los elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. El universo primitivo estaba formado casi en su totalidad por hidrógeno y helio primigenios, elementos forjados en el Big Bang. A lo largo de la historia cósmica, las estrellas fueron forjando elementos más pesados hasta llegar al universo actual, rico en metales. La vida tal y como la conocemos está formada por elementos más pesados como el carbono, el oxígeno, el hierro y el calcio.
Aunque las primeras galaxias del universo eran XMP por defecto, también se han encontrado galaxias pobres en metales en el universo local. Peekaboo llamó la atención de los astrónomos porque, no sólo es una galaxia XMP sin una población estelar antigua sustancial, sino que, a sólo 20 millones de años-luz de la Tierra, se encuentra al menos a la mitad de distancia de las galaxias XMP jóvenes conocidas hasta ahora.
Peekaboo fue detectada por primera vez como una región de hidrógeno frío hace más de 20 años con el radiotelescopio australiano Parkes Murriyang, en el HI Parkes All Sky Survey del profesor Bärbel Koribalski, astrónomo de la agencia nacional de ciencia australiana CSIRO y coautor del último estudio de investigación sobre la metalicidad de Peekaboo. Las observaciones en el ultravioleta lejano realizadas por la misión espacial Galaxy Evolution Explorer de la NASA mostraron que se trata de una galaxia enana azul compacta.
«Al principio no nos dábamos cuenta de lo especial que es esta pequeña galaxia», dijo Koribalski refiriéndose a Peekaboo. «Ahora, con los datos combinados del telescopio espacial Hubble, el Gran Telescopio Sudafricano (SALT) y otros, sabemos que la galaxia Peekaboo es una de las más pobres en metales jamás detectadas».
El telescopio espacial Hubble de la NASA fue capaz de distinguir unas 60 estrellas en la diminuta galaxia, casi todas las cuales parecen tener unos pocos miles de millones de años o menos. Las mediciones de la metalicidad de Peekaboo realizadas por SALT completaron la imagen. En conjunto, estos hallazgos subrayan la gran diferencia entre Peekaboo y otras galaxias del universo local, que suelen tener estrellas antiguas de muchos miles de millones de años.
Las estrellas de Peekaboo indican que es una de las galaxias más jóvenes y menos enriquecidas químicamente jamás detectadas en el universo local. Esto es muy inusual, ya que el universo local ha tenido unos 13.000 millones de años de historia cósmica para desarrollarse.
Sin embargo, la imagen sigue siendo superficial, dice Anand, ya que las observaciones del Hubble se realizaron como parte de un programa de sondeo «instantáneo» llamado The Every Known Nearby Galaxy Survey, un esfuerzo para obtener datos del Hubble de tantas galaxias vecinas como sea posible. El equipo de investigación planea utilizar el Hubble y el telescopio espacial James Webb para investigar más a fondo Peekaboo, para aprender más sobre sus poblaciones estelares y su composición metálica.
«Debido a la proximidad de Peekaboo a nosotros, podemos realizar observaciones detalladas, lo que abre la posibilidad de ver un entorno parecido al universo primitivo con un detalle sin precedentes», declaró Anand.
Los resultados se publican en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.