Nearshoring y desarrollo industrial en México requieren una minería robusta – BNamericas
La relocalización de empresas es una oportunidad que puede tener lugar en México por su ubicación privilegiada en Norteamérica, señaló el economista mexicano José Luis de La Cruz. Sin embargo, ello implica contar con un sector minero robusto que provea a la industria transformadora de los insumos requeridos para crecer y que ponga al país en una mejor posición para afrontar la volatilidad externa.
“La minería es uno de los sectores estratégicos para el desempeño del resto de la industria porque son insumos, y es importante tener un sector robusto porque depende mucho en materia de precios de lo que se determina en el extranjero. Contar con fortaleza interna permite enfrentar cualquier eventualidad a la alta o a la baja en la evolución de los precios”, dijo a BNamericas el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“En el corto plazo, la generación de todos los tipos de energía —y, con ello, la utilización de los insumos que se requieren para que se produzcan— es uno de los temas centrales. Yo le agregaría el famoso nearshoring, (…) que depende de la energía y de todos estos insumos”, agregó.
El exjefe de estudios económicos de la confederación de industriales de México, Concamin, prevé que los precios de algunos minerales y de los metales generarán presiones en 2023 y 2024. Por ello, es importante consolidar la parte interna o, de otra forma, el país tendrá que importarlos para hacer frente al potencial crecimiento industrial.
ESTANCAMIENTO
Según las cifras de la actividad industrial que presentó la agencia de estadísticas Inegi, durante los primeros 10 meses, el crecimiento de la minería promedió apenas 0,2%, lo que obedece al fuerte incremento registrado en enero, al que le siguieron cifras desestacionalizadas predominantemente negativas.
Por sectores, la extracción de petróleo y gas registró un decrecimiento de 1,2% entre enero y octubre, mientras que la minería metálica y no metálica reportó una caída de 0,5%. En tanto, los servicios relacionados con la minería repuntaron 12,1%.
La minería presentaba un desempeño en expansión, pero, a partir de la pandemia de COVID-19, ha sufrido un estancamiento y, en los últimos meses de 2022, ya muestra una ligera tendencia a la baja, según De la Cruz.
“Este estancamiento se debe en primera instancia a las inversiones. Es un sector que requiere de muchas inversiones porque las obras que hay que hacer llevan tiempo en dar resultados”, indicó.
Entre enero y septiembre, la inversión extranjera directa en minería cayó casi 56%, según datos preliminares de la Secretaría de Economía.
El economista indicó que el área depende de los precios de commodities como el oro y la plata, que se han transado en niveles muy altos desde el año pasado, lo que, a su vez, han compensado la falta de crecimiento en la producción de los últimos años.
“Y, en los minerales no metálicos, muchos dependen de sectores de la construcción que usan estos insumos, y el hecho de que la construcción tenga un desempeño modesto implica que muchos de sus insumos no sean tan demandados. Eso explica un estancamiento”, agregó.
Para el cierre de 2022, De la Cruz prevé que el crecimiento general de la minería será de 0,4% y se elevaría a 1,2% el próximo año, incluyendo el área de petróleo y gas.
Si se excluye el área de hidrocarburos, la minería crecerá 0,9% este año y 1,8% en 2023, según el experto, aunque aclaró que este escenario es más reservado porque no solo depende de la actividad económica, sino de otros factores que van a tener que resolver el gobierno y el sector privado.
La semana pasada, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, informó que se detectaron problemas de corrupción “muy fuertes” en materia de concesiones en la cartera. A raíz de ello, se está efectuando una investigación interna mientras estas permanecen congeladas desde que comenzó el actual gobierno en 2018.
Por su parte, la industria minera se queja tanto de la suspensión impuesta por el gobierno al otorgamiento de concesiones como de retrasos en la entrega de permisos ambientales y de otros tipos, que son necesarios para que el sector pueda seguir operando y atrayendo inversiones.