Presentan cargos contra traficantes de serpientes venenosas – Plano Informativo
Una larga investigación de tres años concluyó con la detención en Florida de ocho personas a las que se presentaron cargos por traficar con cerca de 200 serpientes venenosas y prohibidas de diferentes partes del mundo, informaron las autoridades.
La investigación se inició en 2020, después de que la Comisión para la Conservación de la Pesca y Fauna Silvestre de Florida (FWC) recibiera informes de inteligencia y denuncias alertando de la existencia en este estado de un «mercado negro para la compraventa de reptiles venenosos ilegales y muy peligrosos».
La FWC utilizó agentes encubiertos para determinar el alcance de este mercado negro y atrapar a los infractores, ocho de los cuales fueron hoy acusados de delitos que van desde «segundo grado a delitos graves de tercer grado relacionados con el tráfico ilegal de serpientes venenosas prohibidas».
En el curso de la investigación, los detectives encubiertos de la FWC «compraron o vendieron a traficantes de vida silvestre cerca de 200 serpientes de 24 especies diferentes procedentes de 7 regiones diferentes del mundo».
Entre las numerosas especies de serpientes con que traficaban figuran la taipán del interior (muy venenosa, grande y originaria de Australia), diversos tipos de víbora como la rinoceronte, la africana o la de Gabón, la mamba verde oriental y múltiples especies de cobra escupidora, que lanza veneno desde sus colmillos.
«Los sujetos involucrados mostraron un total desprecio por el marco regulatorio diseñado para mantener seguros a los floridanos», dijo la FWC.
«Algunas de estas serpientes se encuentran entre las más peligrosas del mundo», advirtió, por su parte, Randy Bowlin, líder de la sección de investigaciones e inteligencia de la FWC y del Departamento de Aplicación de la Ley (DLE) del estado.
Bowlin recordó que «las reglas y leyes de Florida existen para proteger al público y evitar que ocurran tragedias».
Los acusados son William Chase Agee, Dylan Isaac Levin, Edward Daniel Baus, Jorge Javier González, Paul Edward Miller, Joseph Switalski, Timothy James Gould y Delvin Eugene Sasnett.
Los investigadores de la FWC determinaron que el mercado negro de reptiles venenosos en Florida es «robusto» y que los traficantes mueven estas especies «con frecuencia y en gran número» y con un agravante: «las normas de enjaulamiento, transporte y manipulación son a menudo ignoradas» por los que trafican.
Los agentes de la FWC recogieron además «pruebas inquietantes», tales como la confirmación de que algunas personas «estaban liberando o planeaban liberar reptiles prohibidos en el hábitat nativo cercano para establecer una población de reproducción silvestre de fácil acceso», alertó Van Barrow, capitán de la sección de investigación.