¿Los camarones en realidad aumentan los niveles de colesterol? Este es su efecto en el cuerpo
Camarón que se duerme… acaba en un coctelito de Cuaresma. Este alimento es uno de los favoritos durante todo el año, en especial en la época en la que tradicionalmente no se come carne roja, pero ¿qué tan dañino o beneficioso puede ser para la salud?
Los camarones han estado durante muchos años en el menú de delicias de mar, empanizados, en tostadas, a la diabla, al ajillo o en caldo, aunque también aparecen en medio del debate sobre cómo afectan los niveles de colesterol.
Los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) explican que el colesterol en la sangre es una sustancia con una consistencia similar a la grasa, la cual se produce en el hígado para apoyar con la creación de células como las hormonas.
A pesar de ser una sustancia que beneficia al cuerpo, también puede resultar peligroso si no se mantiene en un balance.
¿Qué tanto colesterol tienen los camarones?
Para comprender el efecto de los camarones en la alimentación, es importante comprender los tipos de colesterol que se presentan en la sangre, según explica CDC, hay dos tipos:
- Lipoproteína de baja densidad (LDL) o colesterol ‘malo’: Tener altos niveles de este tipo en la sangre puede provocar una acumulación de placas en las arteria, lo que podría llevar a padecer problemas cardiovasculares.
- Lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol ‘bueno’: Se le conoce de esta manera porque tener altos niveles de este tipo en la sangre puede reducir el riesgo de alguna enfermedad cardiovasculares.
Tomando en cuenta estos dos elementos, existen alimentos ricos en el ‘bueno’ y otros en el ‘malo’, ¿en dónde están los camarones?
De acuerdo con el sitio especializado Web MD, los camarones son considerados como un alimento que que contiene pocas grasas saturadas y aumenta los niveles de colesterol bueno: 100 gramos contienen 189 mg de HDL, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).
¿El consumo de camarones sí aumenta el colesterol?
En la década de los 60 se realizaron varios estudios de hábitos alimenticios que relacionaban el colesterol y las enfermedades cardiacas.
Según explica Eat this, not that, aunque no se encontró una relación entre la ingesta del colesterol en la dieta y el colesterol en la sangre, para 1968 la Asociación Americana del Corazón recomendó reducir su consumo de colesterol a 300 miligramos al día:
“De repente, el colesterol dietético (y huevos, camarones, langosta y otros alimentos ricos en colesterol) se convirtieron en el enemigo público número 1″.
A la fecha se sigue aconsejando mantener al mínimo el colesterol en la dieta, aunque en muchos casos incluso los camarones se pueden incorporar a una alimentación balanceada.
Actualmente, la Asociación Americana del Corazón enumera a los camarones como un alimento que puede reducir los niveles de colesterol, en tanto no sean fritos:
“Los pescados y mariscos no fritos, como los camarones, el cangrejo y la langosta, tienen un bajo contenido en grasas saturadas y son una alternativa saludable a muchos cortes de carne y aves”.
De acuerdo con dicha instancia, las investigaciones han demostrado los beneficios para la salud del consumo de marisco rico en ácidos grasos omega-3, puede ayudar a reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca, cardiopatía coronaria, paro cardiaco y el tipo más común de ictus (isquémico).
Sin embargo, el peligro está en el exceso y la forma que se cocina. De acuerdo con el sitio especializado de Eat this, not that, los ingredientes que se suman durante la preparación del marisco podrían aumentar en conjunto la ingesta de grasas en el plato, es decir, cuando se hacen por ejemplo con mantequilla, coco o empanizado.
Además, las porciones de camarones en restaurantes pueden ser mucho más grandes que las porciones recomendadas.
“Es probable que el consumo excesivo de colesterol contribuya al riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares… ya no existe una recomendación establecida para el colesterol dietético, pero la mayoría de los profesionales de la nutrición sugieren mantener la ingesta por debajo de 300 miligramos al día”, agrega Eat this, not that.
En pocas palabras, a pesar de estar llenos de colesterol beneficioso, los camarones pueden ser perjudiciales según la forma en la que se sirvan, las cantidades, la frecuencia de consumo y las cantidades recomendadas para cada caso.