¿Y ahora qué sigue? – Grupo Milenio
Ciudad de México /
Ciudad de México / 04 Mar 23. Hace unos días, el estado de Baja California nombró a la charrería “Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad”, siendo un acontecimiento sorpresivo e inesperado, ya que realmente no se han tomado en cuenta los esfuerzos que la Asociación Nacional de Charros hizo ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para proteger y preservar nuestra identidad, pues después de un proceso de elaboración, evaluación y cinco años de gestión, con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, a través de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAHI) y el respaldo de otras Asociaciones de Charros, se logró la inscripción de la nominación “La Charrería, Tradición Ecuestre en México”, en la lista representativa del “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” de la UNESCO, todo con base en una organización documental y de campo que describe a la charrería como un claro ejemplo de la diversidad de las expresiones culturales que surgen a raíz del encuentro de dos culturas que dan origen a México, cuyo nacimiento se remonta al siglo XVI.
Uno de los documentos más importantes que integran el expediente oficial es el Plan de Salvaguarda, donde se demuestra que la charrería es un deporte que vive y vibra con nuestra historia y tradiciones, en todo nuestro territorio nacional y en 15 estados de la Unión Americana, quienes además, congregan a una comunidad artesanal.
La Asociación Nacional de Charros concluyó su objetivo de demostrar que la charrería es un símbolo viviente de nuestros valores históricos, sociales, culturales y deportivos, por lo que es inocultable el valioso trabajo y visión de varios miembros activos para que fuera reconocido en todo el mundo, sin embargo, está faltando el trabajo interno como organización federada para generalizarse, porque aún faltan muchos estados que no han reconocido oficialmente a nuestro deporte nacional como “Patrimonio Cultural,” siendo la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), la que debe tomar el relevo para este fin, pero desafortunadamente solo se han valido del nombramiento y lo han ignorado para seguir buscando sus múltiples beneficios, siendo tan real, que hasta hoy día ni siquiera hay un dato oficial que confirme las entidades que han realizado este distintivo.
Según mis datos, aún faltan 13 entidades de nuestro territorio nacional por proteger a la charrería, siendo 21 estados los que ya cuentan con el nombramiento, y son: Estado de México, Zacatecas, San Luis Potosí, Yucatán, Querétaro, Nayarit, Guanajuato, Hidalgo, Puebla, Michoacán, Tlaxcala, Durango, Jalisco, Nuevo León, Aguascalientes, Tabasco, Coahuila, Guerrero y recientemente Baja California. Ahora la pregunta es, ¿Qué sigue con el trabajo que le corresponde a la FMCH?, ¿O será que simple y sencillamente están esperando a que la Nacional de Charros les haga también ese trabajo?, y digo esto porque el comportamiento de las Autoridades de la Charrería Federada, indica que sí, ya que el único interés real que se ha visto, es valerse del nombramiento para beneficio, ¿Y qué sigue para los artesanos de este conglomerado que no tienen ningún apoyo?
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