Ramiro Villavicencio: “Se debe reformar Ley de Minería; no se trata de un libro cerrado”
23 de abril de 2023, 4:00 AM
23 de abril de 2023, 4:00 AM
Ramiro Villavicencio, ministro de Minería y Metalurgia, es optimista cuando se refiere al potencial económico de los minerales tecnológicos y tierras raras que tienen a Santa Cruz como el epicentro productivo. Se pone serio al reconocer que hay falencias en el control y cobro de las regalías generadas por la exportación millonaria de oro.
-¿Cómo estuvo el desempeño de la actividad minera en 2022 y qué se proyecta para este año?
Hay un objetivo de nuestro Gobierno de consolidar la minería como un factor importante para el desarrollo económico del país. Esto se va a lograr con la industrialización de la producción minera y la sustitución de importaciones. En este momento, nuestra minería ha logrado una exportación importante de alrededor de $us 6.000 millones, estamos hablando de zinc, estaño, plomo, plata, oro. En todas las regiones mineras, de Oruro, Potosí y La Paz han subido las regalías y esto definitivamente es un indicador importante para nuestro desarrollo.
En 2023 se espera consolidar uno de los proyectos más importantes que tiene el país, con una inversión de $us 546 millones, es la siderurgia en Mutún. Esta tiene un avance del 70%, tanto en lo financiero como en lo físico. Esta planta está diseñada para producir unas 200.000 toneladas de acero laminado que -de acuerdo con lo planificado- empezará a cubrir la demanda del mercado interno entre octubre y noviembre de esta gestión. Poder contar con una producción propia de acero, permite el ahorro de divisas, pues actualmente al exterior se van unos $us 170 millones por la compra de acero. Con Mutún vamos a sustituir esas importaciones y ese dinero se va a quedar en el país. Sin duda que Santa Cruz va a liderar este emprendimiento siderúrgico que beneficiará al resto de Bolivia y eso es para destacar.
Otros programas de industrialización que se van a formalizar son los concentrados de zinc. Ya tenemos asegurada una inversión de $us 350 millones en Oruro, lo mismo en Potosí. En ambas la tecnología a usar será diferente. Aproximadamente, exportamos cerca de $us 1.200 millones en concentrados de zinc, pero no tomamos en cuenta el valor comercial e industrial de otros minerales como la plata, plomo y azufre.
-¿Cuál es la importancia de los minerales tecnológicos y tierras raras?
Se está dando un cambio energético y ya no se van a utilizar combustibles fósiles, para pasar a la energía eólica, solar o nuclear. Es ahí precisamente donde nosotros hemos comprobado el potencial que tiene Bolivia con estos minerales que son ocupados en la economía digital (semiconductores), la computación avanzada, la robótica, el almacenamiento de energía. Todos hablamos del litio, pero para el almacenamiento no solo se requiere de litio, sino también de cobalto, níquel, manganeso; tres minerales con alto valor comercial. En este sentido, Bolivia tiene litio, estaño, indio, oro, plata y zinc. A eso se deben agregar los tres minerales que le nombré anteriormente, más las tierras raras.
– ¿Cuáles son las zonas con ese potencial productivo y qué impacto económico pueden tener para el país?
En Bolivia ya se identificaron al menos 11 áreas prospectivas y depósitos de minerales estratégicos: en La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz y Tarija, los cuales además de tierras raras contienen uranio, titanio, niobio, cobalto, molibdeno, torio, níquel, platino, paladio, indio y galio. Justamente, es en Santa Cruz donde se encuentra la mayor cantidad de estos minerales, porque de acuerdo con nuestros primeros datos de prospección y exploración son tres áreas: en el cerro Manumó, en la frontera con Brasil; en Rincón del Tigre; y en el cerro La Cruz, en San Ramón donde están los mayores potenciales mineros.
Nuestro gran desafío es explotar estos minerales que son del futuro con una buena cotización internacional que se traduce en mayores divisas, más regalías y una sostenibilidad de la minería con la creación de más puestos de trabajo. Pasar de una producción minera industrial a gran escala pero con bajas cotizaciones a una de menor escala, pero con mejores precios.
Según el Anuario Estadístico 2022 del Ministerio de Minería, el año pasado el valor de la producción minera se incrementó en 7,48%, el de las exportaciones mineras en 13,25% y el de las regalías mineras en solo un 3,1%. Este aumento de las regalías no tiene relación con lo registrado en los otros dos indicadores.
Es evidente que nuestra Ley Minera se debe actualizar, porque no es un libro cerrado. Cuando nosotros exportamos plomo hablamos de una regalía que va de un 3 a un 3,5%. Cuando se trata del zinc podemos hablar de una regalía que oscila entre un 4 y un 5%. En el tema del estaño la regalía llega tranquilamente al 5 o 6%. Con la plata se puede subir al 7%. Pero hay un tema que se debe trabajar y es el oro. El oro paga el 2,5% de regalía y por eso, se está trabajando en ese aspecto.
Se debe aclarar que todo lo relacionado a las regalías tiene que ver con las cotizaciones internacionales. Evidentemente, en la gestión 2021-2022 hemos logrado un incremento muy importante en los volúmenes de producción.
En el caso del oro, la cantidad de regalías representa el 2,1% del total exportado y no el 2,5% mínimo que establece la norma. ¿Cómo se explica esta situación?
Le explico, si se han exportado $us 3.000 millones, el 2,5%; si no me equivoco, llegan a ser unos $us 66 millones, pero hay registrado un menor ingreso digamos unos $us 60 millones. Eso se debe a que todavía hay una demanda interna que se debe considerar, porque ese oro se ha vendido en el interior del país. Pero sin duda, el tema del oro se lo debe trabajar de tal manera que con la Ley de Reservas Internacionales; el Estado vaya haciendo trazabilidad para tener el control desde la explotación, producción y sobre todo la comercialización.
-¿Cómo está la explotación de oro de Amayapampa? ¿La empresa está cumpliendo sus compromisos? ¿Cómo es la relación con las comunidades?
Amayapampa es parte de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) hay un trabajo que como Ministerio de Minería estamos realizando en los controles, pero definitivamente se debe trabajar para que haya un ingreso al país de forma soberana. Es una labor de control que se realiza en la producción de oro, como así también al rol de las comunidades, pues debido a la buena cotización de este metal. Todo el mundo quiere explorar y eso se está controlando para que se respete la legalidad a través de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y el Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom).
–¿Cómo harán que las cooperativas auríferas cumplan las leyes?
Un dato muy importante es el combate a la minería ilegal. Las cooperativas son actores productivos, lo que tenemos que hacer es acelerar los contratos mineros y luego combatir el avasallamiento y la minería ilegal e informal.
Como Estado, estos controles no solo le corresponden al Ministerio de Minería, sino también a los ministerios de Defensa, Gobierno, Justicia y Medio Ambiente. Es necesario controlar el producto de mayor exportación como es el oro. Se están dando pasos muy importantes con la Ley de Reservas.
-¿La refundación de Comibol está en los planes del Gobierno?
Tenemos las recomendaciones de nuestro presidente con respecto a ese tema. Debemos pensar en una nueva Comibol que planifique, que oriente todo el tema de producción. La Corporación debe entrar a otro tipo de minería que genere valor agregado. En el transcurso de los meses vamos a hacer público nuestro proyecto de refundación de Comibol.
-¿Por qué los trabajadores de Huanuni se oponen al ingenio que ellos mismos habían pedido?
Huanuni está trabajando, tenemos la satisfacción de poner en marcha un ingenio que es muy importante como Lucianita que cuenta con una capacidad de tratamiento de 3.000 toneladas por día para un mineral como el estaño, estos volúmenes son para destacar. Huanuni se está consolidando, claro que es difícil porque todos quieren estar en su zona de confort. Sin embargo, Huanuni ya se está incorporando al proceso productivo con la generación de utilidades al bajar costos de producción y sobre todo invirtiendo para conocer la sostenibilidad del yacimiento.
Es necesario saber cuánto tiene de reservas en recursos probados y probables, porque esa certificación es importante. No debe olvidarse que tenemos litio por 21.000 millones de toneladas y eso está certificado internacionalmente.
Para los proyectos de zinc que tenemos hemos trabajado en la certificación de Colquiri y de la mina Bolívar para el proyecto de Oruro. Una refinadora tiene unos 40 años de vida industrial, por eso debe garantizar la materia prima.
-Comibol estuvo a punto de firmar un contrato para construir una planta de procesamiento de los minerales de zinc de Colquiri en tres ocasiones; ¿qué pasó para no seguir adelante?
En el tema del zinc se debe trabajar con escala. Si pones una refinadora para 50.000 toneladas haces tu análisis financiero, tu flujo de caja no te va dar. Pero si apuestas por 100.000, 150.000 o 200.000 toneladas con seguridad te da un valor positivo que te permite asegurar una inversión. Eso se hizo en Oruro y en Potosí, en el caso de La Paz hay prospección privada a nivel junior que está demostrando que en el departamento hay áreas muy importantes en zinc, plomo y plata e incluso oro. Estamos hablando de exyacimientos que con la tecnología actual tranquilamente se puede trabajar y recuperar estos minerales. La Paz tiene potencial para una planta de procesamiento, pero definitivamente se tiene que demostrar que habrá utilidades y sobre todo sostenibilidad.
-¿Cómo se salvará a Vinto de la situación por la que está atravesando?
En 2019, la tonelada métrica fina de estaño estaba en $us 20.000 que multiplicado por las 3.500 toneladas métricas finas que se tenía dieron unos $us 70 millones, con eso se pagaba la deuda a Huanuni y a Colquiri. Lo único que se tenía que esperar es que las cotizaciones se ubiquen en estos valores. Imagínese si esperábamos unos meses más, la cotización durante la pandemia llegó a los $us 30.000 la tonelada métrica, lo que daría unos $us 100 millones que se gana solo por almacenar y ese es el momento para comercializar nuestro producto, pero le digo má: el estaño llegó a los $us 50.000.
Ahora ¿por qué hemos tenido tanto estaño sin vender? en 2017 tuvimos la descertificación del producto lingote de estaño para los mercados del exterior. ¿Por qué pasó eso? Esto sucedió porque en una nota periodística se hablaba de trabajo infantil en las minas del Cerro de Potosí.
Esta información llegó a Apple, un gigante de la industria tecnológica, por lo que descertificó a Vinto. Esto provocó que todos nuestros clientes ya no compren nuestro estaño. Ante esta situación, al ver que Huanuni y Colquiri iban a entregar su producción y que se le iba a pagar menos optamos por almacenar el producto y solo trabajar en la reducción para obtener metal crudo para bajar los costos de operación. Mientras se iba solucionando, el tema de la descertificación, con una auditoría internacional, se fue acumulando nuestra carga.
Esperamos que su cotización suba y eso pasó entre 2020 y 2021. El tema es saber cuándo vender y así lograr mayores ingresos en beneficio de los bolivianos.
-¿Se permitirá a Colquiri y a Huanuni exportar concentrados?
Hay una Ley Minera que para realizar esas exportaciones debe haber un acuerdo. Considero que para recuperar $us 10 o $us 20 millones para Vinto, como le indiqué antes, son cifras menores que se pueden recuperar fácilmente.
La clave es hacer una adecuada planificación con respecto a los pagos. Si se manejan grandes volúmenes con un costo fijo no debería haber problema. Pero es un tema que se debe trabajar, porque nada está cerrado.