Lanzamiento de Euclid, el telescopio que buscará energía oscura
Una nueva sonda espacial, cuyo lanzamiento está previsto para el sábado por la mañana, puede esclarecer las grandes interrogantes del universo. Si todo va según lo previsto, el telescopio Euclid escaneará miles de millones de galaxias, analizando los últimos 10,000 millones de años de tiempo cósmico. Proporcionará a los astrofísicos los datos que necesitan para comprender mejor dos misterios persistentes: la materia oscura y la energía oscura.
“Euclid es más que un telescopio espacial. En realidad es un detector de energía oscura”, declaró René Laureijs, científico del proyecto de la misión, en una rueda de prensa celebrada la semana pasada.
El estudio de la energía oscura a través de Euclid
Tras más de una década de duro trabajo, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) tiene previsto despegar el 1 de julio a las 11:11, hora del este, desde Cabo Cañaveral (Florida, EE UU). Un cohete Falcon 9 de SpaceX se encargará del viaje al espacio.
Euclid explorará más de un tercio del cielo, es decir, casi todo lo que puede mapearse sin apuntar el telescopio a través del disco de la Vía Láctea. Esta cobertura permitirá a los científicos estudiar con gran detalle cómo se ha acelerado la expansión de nuestro universo, probablemente impulsada por algo invisible llamado energía oscura.
Los astrofísicos únicamente conocen el 5% del universo, es decir, los átomos que componen la materia normal, desde las estrellas a los planetas, pasando por las personas y las tostadoras. Pero según las investigaciones realizadas con Planck, otro telescopio espacial de la ESA, alrededor del 25% del universo es materia oscura, el andamio oculto del cosmos que determina dónde y cómo se forman las galaxias. El resto es energía oscura, una escurridiza e hipotética fuerza repulsiva que moldea la evolución del universo, al expandirlo. Hace varios miles de millones de años, la energía oscura se convirtió en el componente dominante del universo, lo que no solo asegura que siga creciendo, sino que su ritmo de expansión se acelere.
Una cantidad crucial que Laureijs y sus colegas quieren investigar se llama w, o bien, la relación entre la presión de la energía oscura del universo y su densidad. Einstein propuso una ‘constante cosmológica’, es decir, la idea de que el universo está lleno de espacio vacío que, sin embargo, tiene su propia energía y se acopla a la gravedad. Si esa teoría es cierta, entonces la presión de la energía oscura debería ser igual al negativo de la densidad de energía. En otras palabras, si la energía oscura es la constante cosmológica, entonces w debería ser igual a -1.
Hasta ahora parece ser así, pero los estudios realizados con telescopios anteriores presentan grandes incógnitas en sus mediciones. Los datos de Euclid mostrarán si la constante cosmológica es o no la explicación correcta de la aceleración del universo, al crear mediciones más precisas de w y comprobar si resulta ser algo distinto de -1. También revelará si w ha cambiado a lo largo de la historia cósmica.