Nueva vuelta de tuerca al ‘caso Orlandi’: el Vaticano resucita la hipótesis de un familiar abusador
Nuevo golpe de guion en el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi. Cuarenta años después de que la joven, hija de un trabajador del Vaticano, desapareciera sin dejar rastro (se cumplieron el 22 de junio), y una vez que el Papa Francisco ordenara la reapertura del caso, ha trascendido que la Santa Sede ha hecho llegar a la Fiscalía italiana una serie de cartas que implicarían a un tío de la joven, Mario Meneguzzi, presuntamente denunciado por acoso a una de las hermanas de Emanuela, Natalina.
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La hipótesis ha sido calificada de “carroña” por Pietro Orlandi, quien en una rueda de prensa denunció que el Vaticano “se ha pasado de la raya” resucitando una línea de investigación que ya fue explorada y descartada por la policía italiana en los años ochenta.
“Los hechos a los que se refieren son cinco años anteriores a la desaparición de Emanuela. El 22 de junio Meneguzzi estaba con su familia lejos de Roma”, señala el hermano de la joven, que ahora tendría 55 años. ¿Y cuáles son los hechos? Tal y como reveló en la noche del lunes el canal La7, la Santa Sede habría entregado a la justicia italiana una serie de cartas del entonces secretario de Estado vaticano, Agostino Casaroli, quien señalaba que Meneguzzi habría acosado a su sobrina Natalina, a la que habría amenazado con despedirla del trabajo si hablaba.
Aunque los hechos se limitaron a “acoso verbal” y se remontaban a 1978, para el Vaticano, los antecedentes del tío de Emanuela son una pista para investigar su posible participación en la desaparición de su sobrina. La propia Natalina, junto a su hermano Pietro, desmintieron la hipótesis vaticana, y reclamaron a las autoridades de la Iglesia católica que colaboren con la Justicia entregando “materiales nuevos” de sus archivos.
“La Santa Sede comparte el deseo de la familia de llegar a la verdad de los hechos y, para ello, espera que se exploren todas las hipótesis de la investigación”, respondía este miércoles el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado remitido a los medios acreditados en Roma.
Al tiempo, Bruni aseveraba que el Vaticano “está cooperando activamente” con las autoridades italianas, subrayando que las cartas remitidas no están comprometidas “con el secreto sacramental de la confesión” y que, por ello, podían enviarse. ¿Una señal de que sí hay más información que no se va a hacer pública, aduciendo a dicho sigilo sacramental?
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