Calentamiento Global: el panorama climático seguirá empeorando – Medio Ambiente – Vida
De acuerdo con expertos en cambio climático, las alertas hechas esta semana por la ONU hacen referencia a lo que la ciencia siempre ha advertido sobre el impacto que ha tenido en el planeta la actividad humana. Una intervención que ha llevado al mundo a su periodo más cálido en 2.000 años, y que tendrá efectos irreversibles durante milenios, según los informes emitidos por Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC).
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La urgencia que transmite el mensaje de las Naciones Unidas es justificado. Para Benjamin Quesada, climatólogo y director del pregrado en Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, el panorama que enfrenta la humanidad es serio. El experto, que ha hecho parte del IPCC, señala que el planeta ya alcanzó los 1,2 °C por encima de temperaturas preindustriales, y se pronostica que 2023 podría ser un año récord de temperatura global desde que contamos con registros dada la presencia del fenómeno caliente de El Niño.
“Igualmente es probable que los próximos cinco años serán los más calurosos registrados. Las temperaturas oceánicas están en un récord jamás alcanzado en nuestra época contemporánea. La extensión del hielo marino en la Antártida cae a mínimos históricos en 2023. También, tenemos niveles atmosféricos de dióxido de carbono que alcanzan un nuevo récord con 424 partes por millón de moléculas en 2023, una concentración probablemente superior a las de los últimos 23 millones de años”, enumera Quesada en una larga lista de preocupantes eventos que se siguen acumulando.
Pero más allá de esos hechos que pueden seguir pareciendo como algo lejano para algunos, lo que los últimos años han dejado claro es que los impactos del cambio climático son algo que ya experimentan, en mayor y menor nivel, todas las poblaciones. La prueba, según detalla Quesada, son “las intensas olas de calor, las sequías, las inundaciones, los incendios forestales o tormentas tropicales que ocurren a nuestro alrededor, más cerca que nunca”.
Los expertos señalan que un niño que nace hoy va a conocer en promedio siete veces más eventos extremos climáticos que sus abuelos, aun con los compromisos climáticos actuales. Pero, aunque efectivamente hemos alcanzado el punto de no retorno en algunos aspectos –el IPCC que indica, por ejemplo, que los glaciares de montaña y en los polos van a seguir derritiéndose durante décadas o siglos, incluso reduciendo emisiones– que a nivel global se tomen medidas para contener la crisis climática sigue siendo fundamental.
Según detalla el profesor de la Universidad del Rosario, sin compromisos climáticos hoy estaríamos hacia el camino de un incremento de 4 o 5 ºC en la temperatura promedio global para 2100, lo que auguraría un grave peligro para la subsistencia humana y de gran parte de los animales y plantas que hoy habitan el planeta.
“Hoy en día hay compromisos que se han ido mejorando con los países a través de los años y estamos más hacia la senda de los 2,4 ºC o 2,8 ºC. Eso asumiendo que los países van a implementar lo que han prometido”, señala Quesada. Sin embargo, las metas trazadas en el Acuerdo de París piden limitar el incremento de la temperatura promedio a 1,5 °C, o por lo menos a 2 °C.
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“Las siguientes COP (cumbres sobre cambio climático) tendrán que concretar cómo van a lograr los países cumplir estas metas y cómo los países desarrollados, que son más responsables del cambio climático, van a compensar de verdad a los países en desarrollo, menos responsables y más vulnerables”, explica Quesada sobre los retos a los que se enfrentaran en adelante los tomadores de decisión en estos escenarios globales.
Al consultarlo sobre si estamos ante el inicio de tiempos que prometen ser peores, el experto del IPCC señala que actualmente la mayor incertidumbre que tiene la comunidad científica para proyectar lo que puede ocurrir en el futuro no está en los modelos sino en lo que va a hacer la humanidad. Los cálculos de los mundos posibles y factibles, incluyen uno de pesadilla en el que no se cambia nada y uno con mitigación y adaptación fuerte, que cumpliría con el Acuerdo de París, pero que necesita una transición ecológica y energética muy ambiciosa.
“La pregunta es si vamos, en particular los países del Norte Global, a reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles, lo cual podría afectar el crecimiento económico tal como lo conocemos. Aumento de PIB y reducción de CO2 se vuelven más inconciliables, toca cambiar de paradigma”, concluye el experto.
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE