La sonda Voyager 2 se queda incomunicada por un error computacional
Voyager 2, la nave que actualmente avanza por el espacio interestelar, no puede enviar o recibir información. La NASA confirmó que la última transmisión se produjo el 21 de julio y la sonda estará en completo silencio hasta el próximo octubre.
Un error de computadora provocó que Voyager 2 quedara incomunicada. De acuerdo con la agencia espacial de Estados Unidos, una serie de comandos programados en la misión causó que la antena del dispositivo se orientara erróneamente a la Tierra. La desviación del transmisor fue de dos grados, lo suficiente como para que las antenas terrestres del Deep Space Network quedaran incapacitadas para enviar y recibir sus reportes.
Los ingenieros que construyeron la sonda en 1977 ya habían contemplado el error. La Voyager 2 está programada para restablecer la orientación del transmisor principal un par de veces al año, ante cualquier desviación de la antena por fallo humano. El próximo reinicio de sistema será el 15 de octubre, donde la sonda rectificará los dos grados de orientación. Si todo ocurre según lo estimado, volverá a transmitir todo lo que encuentre en su viaje por el sistema solar a finales de 2023.
No es la primera vez que la nave se queda incomunicada en el espacio. En 2020, la NASA dejó de recibir mensajes de ella por 11 meses. Los ingenieros decidieron desconectarla para realizar algunas reparaciones en las cuatro antenas que conforman la Deep Space Network. En aquella ocasión, la agencia espacial aseguró que confiaban plenamente en la tecnología que construyeron cuatro décadas atrás.
La nave lleva 46 años avanzando por el espacio. En 2018 se convirtió en el segundo objeto creado por el hombre en alcanzar la barrera del espacio interestelar. Entre nosotros y ella hay 24 mil millones de kilómetros de distancia. Se seguirá alejando hasta que su batería se agote, sufra algún desperfecto crítico o colisione con algún cuerpo.
La sonda lleva consigo cinco instrumentos de captación de información y mantiene una velocidad ininterrumpida de 15.3 km/s. La alimenta un generador termoeléctrico de radioisótopos en lugar de tecnología solar. Pese a tener una batería radioactiva, el fin de la vida útil de esta sonda está calculada para 2026. Con el objetivo de aumentar su tiempo de operación en el espacio, los ingenieros de la NASA desactivan sus instrumentos y mecanismos de preservación, uno a uno, partiendo del menos indispensable.
La misión original de Voyager 2 era estudiar los planetas exteriores del sistema solar como Júpiter y Saturno. Cuando superó esa distancia, y sin tener propulsores de regreso, su objetivo pasó a observar la heliósfera y su límite de influencia. El último de sus instrumentos que se apagará será el emisor de radio, con el que enviará su reporte final.
La nave tiene un último encargo una vez que se apague en su totalidad. La Voyager 2 va en camino a la estrella más próxima de la Tierra. Lleva consigo un disco fonográfico de 30 cm de diámetro. Es un sistema de almacenamiento que alberga la ubicación de nuestro Sol, información sobre la vida en la Tierra y contiene muestras de nuestra cultura.