Vacas que producen menos emisiones de metano para luchar contra el cambio climático
La ganadería es responsable del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, especialmente de metano, que es el segundo mayor gas de este tipo presente en la atmósfera por detrás del dióxido de carbono. Las vacas son las principales fuentes de metano, en concreto sus flatulencias y sus eruptos. Nueva Zelanda, por ejemplo, comenzará a cobrar impuestos a los agricultores por el metano de su ganado en 2025.Por eso, tener un rebaño cuyos animales emitan menos metano de forma permanente parece, de entrada, una buena idea. Y ahora empieza a ser posible.
Semex, una empresa canadiense, ofrece a los granjeros de todo el mundo, semen de toros de raza Holstein (también llamada frisona) –cuyos ejemplares se dedican a la producción de leche– seleccionando aquellos que tienen entre sus rasgos genéticos el de producir menos emisiones de metano.
Los detractores avisan de que animales que producen menos gas pueden sufrir problemas digestivos
La idea es que los granjeros inseminen a sus vacas con el esperma de estos toros y así terminen teniendo una cabaña que progresivamente vaya reduciendo las emisiones de este gas. Semex asegura que si su solución fuera adoptada de forma masiva, se podrían reducir las emisiones de metano a la atmósfera entre un 20 y un 50% para 2050. La idea es que si este proceso se replica generación tras generación, su impacto positivo se vuelva más significativo.
Si se adopta ampliamente, la reproducción con bajo contenido de metano podría tener un “impacto profundo” en las emisiones de ganado a nivel mundial, aseguró en declaraciones a Reuters Frank Mitloehner, profesor de ciencia animal en la Universidad de California Davis, ajeno a esta investigación.
Hasta ahora, la única manera de conseguir bovinos más respetuosos con el medio ambiente era añadir un aditivo en la comida de los animales que reducía la cantidad de gas, pero sus efectos desaparecen una vez que el ganado deja de comerlos y no están aprobados para su uso en algunos países.
Problemas
Los detractores dice que criar ganado para que eructe menos metano puede crear problemas digestivos en los animales
Para seleccionar a los ejemplares, “durante más de cinco años las organizaciones de registro de leche en Canadá recopilaron más de 13 millones de registros de espectroscopia de infrarrojo medio de leche (MIR). Los genetistas analizaron más de setecientos mil registros MIR de primera lactación para predecir las emisiones de metano de las vacas lecheras registradas en Canadá”.
Los científicos capturaron las exhalaciones del ganado para medir el metano y luego compararon los datos con la información genética y las muestras de leche. “Los resultados mostraron que se puede reducir sustancialmente las emisiones de metano con la selección genética”, explican desde Semex. Al final “tenemos información genómica y la comparamos y creamos casi una guía telefónica para decir, ‘este animal tiene estos genes y produce tanto metano’”, añade la empresa canadiense.
Pero hay quien no termina de ver claro que esta solución no esté exenta de problemas. En este sentido, Juha Nousiainen, vicepresidente senior de Valio, una lechería finlandesa, advirtió que criar ganado para que eructe menos metano puede crear problemas digestivos en los animales. Según Nousiainen, el metano es producido por microbios en el intestino de la vaca mientras digiere la fibra, no por el propio animal.
La pasada primavera, la compañía comenzó a comercializar semen bajo en metano en 80 países. Las primeras ventas incluyen una granja en Gran Bretaña y lecherías en Estados Unidos y Eslovaquia, dijo el vicepresidente de Semex Drew Sloan.
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