Casa Tarradellas crece un 8,5% y alcanza los 1.161 millones de euros
Casa Tarradellas cierra 2022 con una facturación de 1.161 millones de euros, un 8,5% más que en el ejercicio anterior. El crecimiento de la compañía se ha basado en la expansión en mercados exteriores y la consolidación en España de los nuevos productos, así como de los tradicionales. La empresa de alimentación afianza su posicionamiento en el mercado, en un año marcado por la apuesta en innovación y sostenibilidad.
En 2022, el volumen de inversión en I+D, tecnología, innovación y sostenibilidad de Casa Tarradellas ha alcanzado la cifra de 32,6 millones de euros, reafirmando su compromiso con la mejora continua del producto, el cumplimiento de los ODS y su compromiso con el cuidado de su entorno. Respecto al espíritu innovador, Casa Tarradellas ha consolidado en 2022 su familia de pizzas frescas con la pizza con masa de fermentación lenta. Este nuevo producto representa un importante avance para la empresa desde que en 1996 lanzara su primera pizza fresca, que supuso la creación de una categoría inexistente en el mercado y una revolución en los lineales de platos refrigerados. Por otro lado, la entidad se reafirma como una empresa a la vanguardia de la sostenibilidad y la gestión medioambiental. Durante el primer semestre de 2023 ha puesto en marcha dos nuevos parques solares fotovoltaicos con una superficie de 53.000 metros cuadrados situados en su centro de elaboración del Espetec Casa Tarradellas, en Olost (Barcelona) y en Gurb (Barcelona).
Cierto es que la rentabilidad neta de la compañía se ha reducido debido al contexto inflacionario, afectando de una manera significativa a los precios de las materias primas en su conjunto y de la energía. Casa Tarradellas ha asumido este aumento de los costes para evitar una subida de precios y su correspondiente impacto en el consumidor.
A futuro la compañía prevé destinar los beneficios obtenidos a capitalizar la empresa y a nuevas inversiones en tecnología e I+D. En este sentido, Casa Tarradellas prevé invertir principalmente en el lanzamiento de nuevos productos, en la construcción de un nuevo centro de producción de harina y en el desarrollo de la energía fotovoltaica destinada al autoconsumo.