El BIS apunta las “crecientes preocupaciones” de los inversores sobre China
El mundo abre una nueva etapa de débil crecimiento económico con el foco en varios puntos rojos. A pesar de que las abruptas subidas de tipos de interés están haciendo mella en Europa, los inversores temen por los signos de fatiga que llegan sobre todo desde China. El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) detecta “crecientes preocupaciones sobre las perspectivas” económicas en el gigante asiático, a pesar de que finalmente se decidió por levantar las restricciones vinculadas a la covid-19 y aplicó una política monetaria flexible.
China se erige ahora como uno de los grandes riesgos que afronta la economía global. Las alarmas de medio mundo se encienden con cada problema que atraviesa la economía asiática: la deflación, la caída en las exportaciones y el enésimo aviso de su sector inmobiliario. El informe trimestral del BIS apunta que Pekín está entre los temores de los inversores. La vacilante recuperación ha hecho que la rentabilidad de la deuda china haya retrocedido, cuando la de los bonos norteamericanos ha seguido subiendo y en la zona euro se ha mantenido estable.
La situación financiera internacional, en general, sigue pendiente de los bancos centrales. En el último año y medio, estos han elevado el precio del dinero de forma acelerada, llevando los tipos de interés hasta el 5,5% en Estados Unidos y el 4,5% en la zona euro. Los bancos centrales de ambos lados del Atlántico han lanzado indicaciones prudentes a los mercados, dejando la puerta abierta a una pausa en la escalada y, a la vez, también a nuevas subidas. “Los inversores aún parecen anticipar recortes de tipos ya en el segundo trimestre de 2024, y mucho más profundos en Estados Unidos que en la zona euro”, indica el informe.
Turbulencias financieras
Las subidas de tipos han llevado a los organismos internacionales a avisar sobre los riesgos que una eventual recesión tendría sobre la estabilidad financiera. Estos ya quedaron patentes cuando, durante la pasada primavera, quebró el Silicon Valley Bank y varios bancos medianos de EE UU y, casi al mismo tiempo, Credit Suisse. El informe se refiere también a ese capítulo.
El BIS, de hecho, observó durante ese episodio un descenso en Suiza de los depósitos durante el primer trimestre del año. En concreto, el documento constata que se produjo un descenso del 12% en la financiación de bancos internacionales suizos. Esas cantidades, según el BIS, pasaron a bancos suizos más orientados al negocio doméstico. La entidad constata también que hubo movimientos en Estados Unidos durante esas turbulencias.
“Estados Unidos estuvo en el centro de la agitación bancaria y es clave para la financiación en dólares en el sistema bancario en general”, apunta el BIS, que dice haber visto “una rotación similar [a la de Suiza] en la financiación en dólares”. “Los depositantes en Estados Unidos trasladaron sus depósitos en dólares a fondos del mercado monetario, lo que a su vez aumentó su financiación en dólares a bancos con sede fuera de Estados Unidos”, añade.
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