El ARN recuperado del tigre de Tasmania es la esperanza para otros animales extintos
Un equipo de científicos de la Universidad de Estocolmo logró secuenciar moléculas de ARN de un tigre de Tasmania, una especie que lleva casi un siglo extinta. Mediante el aislamiento del material, los investigadores obtuvieron las instrucciones genéticas de las células para convertirse específicamente en piel y músculo del mamífero.
Los científicos trabajaron con un ejemplar disecado de tigre de Tasmania de 130 años de antigüedad, conservado en el Museo Sueco de Historia Natural. A partir de él, se obtuvo el transcriptoma de las células del tejido esquelético y muscular del espécimen, lo que representa un primer paso para traer de vuelta a la vida a esta especie y a otros animales similares conservados en condiciones museográficas.
Encontrar las instrucciones del rompecabezas del tigre de Tasmania
El ADN, en forma de doble hélice, almacena la información genética de un ser vivo y se encuentra en cada una de las células del cuerpo. Sin embargo, para que cada parte se desarrolle de manera particular, es necesario que se «expresen» para separarse del resto de tejido orgánico. Es aquí donde entra en acción el ARN. La molécula se encarga de decodificar las instrucciones instaladas en cada célula para iniciar el desarrollo hacia lo que deben convertirse. Las lecturas de instrucciones del ADN se conocen como transcriptos, y un transcriptoma es una colección de lecturas de genes presentes en la unidad básica del ser vivo. Por lo tanto, mediante el aislamiento del transcriptoma, los investigadores pueden determinar cuándo y dónde se activan los genes en un tejido.
La obtención del transcriptoma del tigre de Tasmania representa la primera vez que se encuentra información genética útil de una especie extinta. Según el equipo de paleogenetistas, los perfiles transcripcionales del animal se asemejan mucho a otros existentes, con algunas diferencias puntuales, como la filtración sanguínea presente en las fibras musculares del tigre.
Las ambiciones con respecto al tigre de Tasmania son altas. Dado que su hábitat natural en Australia todavía existe, el equipo está analizando la posibilidad de traerlo de vuelta a la actualidad y reintroducirlo en su ecosistema original. Esta hazaña requerirá el dominio del genoma del mamífero (el ADN) y la comprensión de la expresión genética y su regulación correspondiente (el ARN). La situación del tigre extinto es uno de los mejores casos para implementar las técnicas paleogenéticas más avanzadas.