Una misión de la NASA se prepara para un peligroso regreso
La sonda espacial estadounidense OSIRIS-REx, lanzada en 2016, recogió la muestra de un asteroide llamado Bennu hace casi tres años.
Su regreso a la Tierra está programado para el domingo alrededor de las 09:00 locales, en un sitio de ensayos militares en el oeste del estado.
Unas cuatro horas antes, a unos 108,000 km de la Tierra, la sonda OSIRIS-REx liberará la cápsula que contiene la muestra.
El descenso final durará 13 minutos. La cápsula entrará en la atmósfera a una velocidad de 43,000 km/h alcanzando una temperatura máxima de alrededor de 2,800 grados Celsius, indicó la agencia espacial.
Si todo va bien, dos paracaídas sucesivos harán que la cápsula tenga un suave aterrizaje en el desierto, donde será recuperada por personal en el área.
Llegar al área objetivo de 650 km cuadrados es como «arrojar un dardo a lo largo de una cancha de baloncesto y dar en el blanco», explicó en rueda de prensa el mes pasado Rich Burns, administrador del proyecto OSIRIS-REx en la NASA.
La víspera del aterrizaje, los controladores tendrán una última oportunidad de abortar la misión si las condiciones no son las correctas. De ser así, la sonda tendrá entonces que dar una vuelta al sol antes de su siguiente intento, en 2025.
«Las misiones de retorno de muestras son difíciles. Hay una serie de cosas que pueden salir mal», indicó Sandra Freund, administradora del programa OSIRIS-Rex, de la empresa Lockheed Martin.