La economía en la eurozona sigue en contracción con la mayor caída de la demanda en tres años
La actividad del sector privado de la zona euro siguió deteriorándose en septiembre, aunque a un ritmo algo menos intenso que en meses anteriores, según el índice compuesto de gestores de compra (PMI), que se situó en 47,2 puntos frente a los 46,7 de agosto, acumulando así cuatro meses consecutivos en territorio negativo tras registrar la mayor caída de la demanda de productos y servicios desde noviembre de 2020.
En consecuencia, la confianza con respecto a las perspectivas para los próximos doce meses disminuyó, y las expectativas de crecimiento cayeron hasta su nivel más débil en diez meses.
Según los datos de S&P Global, la menor intensidad en la contracción de la actividad de la eurozona en septiembre respondió a la leve mejoría en el sector servicios, con una lectura de 48,7 puntos desde los 47,9 de agosto, mientras que el sector manufacturero registró 43,4, frente a los 43,5 del mes anterior, en ambos casos por debajo del umbral que separa la expansión de la recesión.
Por su parte, la tasa de inflación de los costes de los insumos aumentó por segundo mes consecutivo, aunque los precios cobrados aumentaron al ritmo más lento en poco más de dos años y medio. La deflación continuó en el sector manufacturero, mientras que el sector servicios siguió siendo el principal impulsor de las presiones de los precios en la zona euro.
Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, advirtió que «aunque índice HCOB PMI Compuesto de la zona euro se ha recuperado un poco, no obstante, todavía no podemos subirnos al tren de la esperanza. La culpa la tienen los nuevos pedidos, que están cayendo drásticamente, especialmente en Alemania y Francia«.
El experto señaló también que «en consecuencia, los pedidos pendientes continuaron disminuyendo y las expectativas comerciales cayeron aún más por debajo de su promedio a largo plazo».
En opinión de De la Rubia, todavía hay un frenesí por la contratación de trabajadores en el sector servicios. «De hecho, las empresas de la zona euro aumentaron sus plantillas a un ritmo más rápido que en agosto. Esto llama la atención, considerando que los nuevos pedidos están estancados. Se podría suponer que, con la situación económica cada vez más inquietante, la gente está volviendo a buscar empleo, permitiendo a las empresas cubrir las brechas de personal que se han prolongado durante mucho tiempo», razonó.
De la Rubia apuntó que, «en medio de las discusiones en el Banco Central Europeo sobre la próxima decisión de los tipos de interés, los ‘halcones’ están recibiendo cierto respaldo con los datos de los últimos índices PMI de los precios. El Índice de Precios Pagados, que está fuertemente influenciado por los salarios y los precios de la energía, aumentó hasta su máxima de cuatro meses».
«Por su parte», concluyó de la Rubia, las ‘palomas’ señalarán que los precios cobrados por los servicios aumentaron al ritmo más bajo desde el verano de 2021. No obstante, los precios siguen subiendo bastante rápido, un giro extraño cuando la economía está mostrando debilidad».