Las muestras del asteroide Bennu contienen los elementos básicos de la vida
Los estudios iniciales de la muestra del asteroide Bennu, de 4.500 millones de años de antigüedad, recolectada en el espacio y traída a la Tierra por la NASA, indican la evidencia de un alto contenido de carbono y agua, que en conjunto sugieren que los componentes básicos de la vida en la Tierra se pueden encontrar en la roca espacial. Además, los científicos creen que las muestras podrían aportar datos importantes sobre el origen del Sistema Solar.
Los científicos de la NASA han desvelado las primeras imágenes de las muestras extraídas del asteroide Bennu, en el marco de una conferencia de prensa realizada ayer. El material, recogido por la sonda OSIRIS-REx de la agencia espacial estadounidense y devuelto a la Tierra el mes pasado, está siendo examinado actualmente en un laboratorio especializado en Texas.
Bennu tiene las “semillas” de la vida
El análisis de tres días realizado por un equipo de expertos mostró que el polvo extraterrestre negro recolectado del asteroide es rico en carbono y minerales cargados de agua. Se trata de una gran señal, ya que diversas teorías indican que asteroides ricos en carbono (orgánicos) y en agua, similares a Bennu, pueden haber estado involucrados en el suministro de los componentes fundamentales para el desarrollo del joven sistema terrestre, hace unos 4.500 millones de años. En otras palabras, sería el primer paso a través del cual la Tierra obtuvo el agua para sus océanos y algunos de los compuestos necesarios para iniciar la vida.
“Casi todo lo que hacemos en la NASA busca responder preguntas sobre quiénes somos y de dónde venimos. Las misiones de la NASA como OSIRIS-REx mejorarán nuestra comprensión de los asteroides que podrían amenazar a la Tierra y, al mismo tiempo, nos permitirán vislumbrar lo que hay más allá. La muestra ha regresado a la Tierra, pero aún queda mucha ciencia por hacer: ciencia como nunca antes habíamos visto”, destacó en una nota de prensa el administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson.
El equipo de la misión cree que tiene en su poder unos 250 gramos de material proveniente del asteroide. Sin embargo, se necesitarán algunos días más de cuidadoso desmontaje para corroborar esta estimación, de acuerdo a un artículo publicado en BBC News. También se informó que se compartirán diferentes cantidades del material recolectado con científicos de todo el mundo, que lo examinarán en busca de pistas sobre la formación del Sistema Solar.
Aunque se requiere más trabajo para comprender la naturaleza de los compuestos de carbono encontrados, el descubrimiento inicial es un comienzo auspicioso para una serie de futuros análisis de la muestra del asteroide: los secretos que se esconden dentro de las rocas y el polvo del asteroide Bennu se estudiarán durante las próximas décadas.
Formación del Sistema Solar y defensa planetaria
Los especialistas creen que las muestras brindarán información crucial sobre cómo se formó nuestro Sistema Solar, cómo se pudieron “sembrar” en la Tierra los materiales precursores de la vida y qué precauciones deben tomarse para evitar una posible colisión con Bennu, un asteroide de 500 metros de ancho, que podría acercarse peligrosamente y eventualmente chocar contra nuestro planeta el 24 de septiembre de 2182.
En las dos primeras semanas de trabajo, los científicos realizaron análisis de “visión rápida” de ese material inicial, recopilando imágenes de un microscopio electrónico de barrido, mediciones infrarrojas, difracción de rayos X y análisis de elementos químicos. También se utilizó tomografía computarizada de rayos X para producir un modelo informático en 3D de una de las partículas. Este primer “vistazo” proporcionó evidencia de abundante carbono y agua en la muestra. Bennu probablemente contenga entre un 5 y un 10% de su peso en carbono.
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“La abundancia de material rico en carbono y la notable presencia de minerales arcillosos acuíferos son solamente la punta del iceberg. Estos descubrimientos, posibles gracias a años de colaboración dedicada y ciencia de vanguardia, nos impulsan en un viaje para comprender no solo nuestro vecindario cósmico, sino también el potencial para el comienzo de la vida. Con cada revelación de Bennu, nos acercamos más a desentrañar los misterios de nuestra herencia cósmica”, expresó en el comunicado de la NASA el científico Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx y de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos.
La nave espacial OSIRIS-REx recogió los materiales de Bennu en octubre de 2020, utilizando una audaz maniobra para acercarse y luego chocar levemente con el asteroide, una operación realizada a 330 millones de kilómetros de la Tierra. Luego, fueron necesarios casi tres años para que la sonda de la NASA volviera a casa y dejara su preciosa carga en un campo de entrenamiento y pruebas de Utah el pasado 24 de septiembre, como informamos en esa oportunidad.