En busca de Psyche: por qué la NASA considera que este asteroide ayudaría a entender cómo es el núcleo de un …
(Desde el centro Espacial Kennedy, Florida) – Ya se encuentra en camino al asteroide Psyche la nave que justamente lleva su nombre. La sonda Psyche, de la NASA, abandonó el planeta ayer a la 10:19 AM hora local a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX. Fue el octavo vuelo del gigante de SpaceX y la primera vez que la Agencia Espacial de los Estados Unidos utiliza a este lanzador de forma exclusiva para una misión.
Un lanzamiento que puso a Psyche en su trayectoria planeada, y que a 90 minutos del despegue ya estaba en comunicación con operadores en tierra, reportando buena salud y lista para iniciar un largo camino que la pondrá en órbita alrededor del asteroide Psyche en el 2029.
Luego de perder la ventana de lanzamiento del 2022, y con investigaciones internas de la NASA para analizar su situación y procesos de gerenciamiento en el JPL (Jet Propulsion Laboratory), la agencia dio luz verde para seguir adelante con la misión con la mira puesta en Octubre del 2023, con la única desventaja en que el viaje sería esta vez más largo. Cinco años y medio que la llevarían a pasar primero por Marte, antes de su destino final, Psyche en el 2029.
Se estima que aproximadamente un millón de asteroides conforman el famoso Cinturón de Asteroides que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter, pero prácticamente no existe ningún otro conocido con las características de Psyche, compuesto en su mayoría por elementos metálicos, y que la NASA lo considera vital para poder entender el origen de la formación de planetas.
Es sin duda una misión hacia un objeto desconocido, llena de interrogantes y que según los propios científicos de la misión nos permitirá responder a cosas de las cuales hoy en día no tenemos ni las preguntas.
“Es muy difícil diseñar los instrumento científicos de una nave que no sabemos a ciencia cierta que va a estudiar”, afirmó a Infobae, Lindy Elkins-Tanton, investigadora principal de la misión, y que además confirma que más allá del retraso de un año, mantendrá los mismo objetivos científicos.
Esa desventaja que significa un viaje más largo, traerá consigo una ventaja a nivel científico, ya que al momento del arribo la posición del asteroide alrededor del Sol beneficiarán su observación por tener gran parte de su superficie iluminada, sumado a que su eje de rotación es prácticamente 90 grados con respecto al plano de la eclíptica (el plano donde todos los planetas giran alrededor del Sol).
“Vamos a tener mejores condiciones lumínicas, estaremos más cerca del Sol, y además la nave tendrá más energía, así que es toda una ventaja el llegar un poco más tarde”, afirmó Elkins-Tanton.
Pero, ¿qué es lo que a esta científica de la Universidad de Arizona y líder de la misión, le gustaría descubrir? “Mi mayor deseo que sea algo totalmente distinto a lo que pensamos puede ser ¿Es Psyche el núcleo de un planeta que nunca llegó a formarse? ¿Habrá orbitado mucho más cerca del Sol y nuestra estrella se encargó de “desnudarlo” en términos de atmósfera, agua, oxígeno y sus componentes de hierro se transformaron en metal?”, se pregunta.
Y sigue: “Mucha gente ha barajado diferentes hipótesis de lo que puede haber pasado y del tipo de material que lo forma, pero todavía no tenemos ninguna muestra de él; así que sea lo que sea, será algo nuevo para nosotros y eso nos llena de entusiasmo”.
A la hora de recordar un momento difícil, o cuál fue el mayor desafío durante la preparación de la misión, la experta no tiene dudas que fue la moral del equipo: 500 personas que dieron todo de sí para hacerla realidad y se vieron golpeados por una pandemia que obligaba a trabajar remotamente con familiares o conocidos enfermándose, y que muchas veces se veían desbordados por cosas que iban más allá de sus capacidades.
“Eso fue lo que más me rompió el corazón, que se hayan sentido culpables o penalizados”, sumó Elkins-Tanton, refiriéndose más que nada al proceso de investigación independiente que la NASA llevó a cabo para decidir el futuro de la misión.
Y luego agregó: ”Hay un dicho que dice que una misión exitosa esquiva 1000 balas y una no exitosa, 999. Este equipo hizo eso, esquivó 1000 balas”.
REUTERS/Joe Skipper
El asteroide Psyche tiene un poco más de 200Km de diámetro y la nave estará en órbita alrededor del mismo durante 26 meses, con grandes posibilidades de que la misión logre una extensión por parte de la NASA si los objetivos propuestos se van cumpliendo, los datos que recibamos son de gran interés y claro, que la nave siga teniendo combustible.
Un potencial plan de extensión habla de bajar la órbita de Psyche, permitiéndole observar al asteroide cada vez más de cerca y poder obtener así mejor información. “Podemos estar más cerca, pero nunca nos iremos de Psyche, la nave permanecerá siempre en órbita alrededor del asteroide”, afirmó Elkins-Tanton.
La ventana de lanzamiento había comenzado el 5 de Octubre, pero la NASA decidió mover la fecha para al 12, permitiendo a técnicos de la misión realizar modificaciones a uno de los impulsores que controlan la sonda. Finalmente y por malas condiciones meteorológicas el día 12, la fecha de lanzamiento se pasó a hoy, 13 de Octubre, a las 10:10 am hora local.
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La mañana del viernes, cuando se hizo el lanzamiento, se recordará como una mañana de muchísimo calor en el Centro Espacial Kennedy, muchísima humedad durante toda la mañana y con un porcentaje de probabilidad de lanzamiento, en términos meteorológicos, que comenzó en un 60% y fue mejorando hasta llegar a un 85%. Casi ideal.
Fue un lanzamiento perfecto, con un Falcon Heavy de SpaceX que sigue demostrando confiabilidad y robustez. Sus boosters laterales realizaban su cuarto vuelo, aterrizando minutos más tarde en la Base Aérea Espacial de Cabo Cañaveral, mientras que el cohete central hacía su debut y despedida. Sería descartado luego de utilizar al máximo su capacidad de combustible, algo que ya estaba planificado de antemano.
Gran parte del equipo de la misión estuvo presente y con todas las ganas de ser testigos de un momento histórico: ver a su nave salir del planeta para iniciar su largo recorrido de más de cinco años con destino a un cuerpo celeste desconocido.
Mucho abrazos, gritos de alegría y por qué no, algunas lágrimas, algo más que habitual cuando hablamos de exploración espacial.