La primera certificación para volar un eVTOL comercialmente ya ha sido expedida. En China, claro
Subirse a un eVTOL no tripulado, viajar a 130 km/h por el aire sin nadie a los mandos y pagar al aterrizar como si se tratara de cualquier otro viaje más en taxi. Eso es lo que ha aprobado China que tiene en el eHang el primer eVTOL no tripulado del mundo que contará con licencia para realizar vuelos comerciales.
¿Qué es un eVTOL? Los eVTOL son vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical. Estas aeronaves con forma de enorme dron se quieren vender como una nueva alternativa de movilidad, avanzando rápidamente por los aires en lugar de desplazarnos por las calles y carreteras, llenas de coches, semáforos y cualquier otra obligación que retrase nuestro camino.
Sus (muchos) problemas. Parece evidente que, a pesar de las promesas, las dificultades de los eVTOL para imponer este nuevo tipo de negocio son muchas. Hasta ahora, se necesita que una persona con los certificados pertinentes de vuelo pueda manejar el aparato, lo que obliga a una formación que será más o menos complicada de aprender, según el, pero que, sobre todo, es (muy) cara, como nos explicaron en VivaTech los responsables de Zapata.
A esto hay que añadir las regulaciones del tráfico aéreo. Que en nuestros cielos no encontremos carreteras físicas no quiere decir que cada cuál pueda moverse por donde quiera. El mejor ejemplo son los helicópteros, quienes tienen la obligación de ajustarse a importantes restricciones de altura, velocidad, despegue y aterrizaje, especialmente cuando sobrevuelan un entorno urbano.
Por no hablar del coste de poner en funcionamiento un aparato de este tamaño. A falta de una expansión, damos por hecho que los primeros viajes comerciales en este tipo de aparatos se ofrecerán a precios prohibitivos pues, de momento, la mayor parte de ellos apenas ofrecen dos o cuatro plazas para volar.
Una carrera. Pese a todo, un buen puñado de fabricantes confían en lanzar al aire sus productos. Hay que tener en cuenta que, aunque para el común de los mortales no parece que los eVTOL sean una solución de movilidad a corto y medio plazo, puede haber un negocio muy jugoso entre personas adineradas que prefieran evitarse los inconvenientes del tráfico rodado.
El precio en este caso no es impedimento y por eso empresas como eHang, Lilium, Alef, Zapata o hasta Hyundai, entre otros muchos, están interesadas en lanzar sus productos en los próximos años. Casi todos ellos son vehículos que constan de una cabina para dos o cuatro pasajeros de la que sobresalen unas patas con enormes motores eléctricos de aspas que elevan y dirigen la trayectoria de los eVTOL.
Según Technavio, el pastel de los eVTOL es muy jugoso. Entre 2022 y 2027 se espera un crecimiento de 5.343,3 millones de dólares. La aplicación como transporte de pasajeros es la más evidente pero también se espera que puedan tener fines en el transporte de mercancías o en sectores primarios como la agricultura. Sólo America del Norte acumula el 39% de los aviones no tripulados actualmente, entre los dedicados a fines militares y civiles.
El primer certificado. Hasta ahora, los diferentes competidores han dado a conocer sus avances a bombo y platillo, con palabras más o menos grandilocuentes. Sin embargo, nadie ha conseguido lo que acaba de recibir eHang: un certificado para operar comercialmente.
Como señalan en New Atlas, la compañía hace ya tiempo que ofrece vuelos demostrativos a los pasajeros que se quieran subir a sus eVTOL. El gran hito es que, ahora, podrán cobrar por el trayecto. Eso sí, la licencia está limitada a China, quien ha expedido el certificado.
El eHang. eHang es una de las empresas que más había avanzado en los eVTOL. Esta compañía china se dejó ver por primera vez en el CES de 2016. En aquel evento se mostró un vehículo que ya dejaba entrever cuáles eran las bases sobre las que se asentarían sus nuevos proyectos: un eVTOL autónomo con capacidad para llevar una carga de 99 kg.
Su último vehículo, denominado 216 y que es el certificado por el Gobierno chino, cuenta con ocho pares de hélices montadas sobre 16 apoyos con autonomía para volar un máximo de 30 kilómetros y que puede alcanzar velocidades máximas de 130 km/h. Su rango de acción, por tanto, es muy limitado, pero ya es un primer paso.
Su gran ventaja competitiva es que podrán transportar hasta dos personas de forma completamente autónoma y hacer negocio con ello. No será necesario que uno de los pasajeros cuente con los conocimientos necesarios para monitorizar el desempeño de la aeronave. Esto pone a la compañía en una posición de ventaja, pues podrán ir recuperando la inversión y recabar una enorme cantidad de datos a los que otras empresas no tienen acceso.
China, cómo no. Con la aprobación para volar aparatos no tripulados y explotar el transporte de personas comercialmente, lo que China busca es posicionarse, de nuevo, a la cabeza en una nueva forma de movilidad. Mientras que en Estados Unidos y Europa los reguladores son conservadores, en China quieren marcar el paso.
La movilidad se ha convertido en una obsesión para el Gobierno chino. Con el coche eléctrico han conseguido poner patas arriba la industria del automóvil, amenazando a los fabricantes occidentales de su hegemonía y superando a Japón como el mayor exportador de vehículos del mundo.
Al mismo tiempo están trabajando a marchas forzadas por llenar su territorio de vías férreas de alta velocidad, incluido el desarrollo de trenes balas completamente autónomos que, como con los eVTOL, prescindan de conductores cualificados que puedan tomar las riendas cuando sea necesario.
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Foto | eHang