Radical Vitality, de Marie Chouinard es un estallido de vigor e imaginación

Fabiola Palapa Quijas

Enviada

Periódico La Jornada
Martes 17 de octubre de 2023, p. 3

Guanajuato, Gto., Dibujos de tinta se mezclan con las siluetas negras de los bailarines de la Compagnie Marie Chouinard. El escenario del Auditorio del Estado es la página en blanco de un libro donde los cuerpos dan vida al poema Movimientos, de Henri Michaux.

En su regreso al Festival Internacional Cervantino, la coreógrafa canadiense Marie Chouinard se inspiró en la obra de ese poeta y artista belga, en la que por momentos los movimientos de los bailarines se vuelven una extensión de los dibujos que se proyectan en una pantalla.

Con la música electrónica de Louis Dufort, los bailarines aparecen uno tras otro y sus movimientos son cada vez más rápidos e interdependientes. Los dibujos en movimiento (bailarines de negro) hacen gestos, gritan y forman figuras peculiares, son manchas de tinta vivientes.

Caminan por el escenario y hacen una pausa para tratar de imitar la figura que ven en la página en blanco, y empiezan a mover sus piernas, estiran los brazos hasta conseguir la pose exacta parecida al dibujo, la música sigue, al igual que las manchas negras.

El programa de mano proporciona una versión traducida del poema: el hombre junto a la luna y la pólvora ardiendo y el bazar mismo del movimiento de otros. Y la tormenta y el viento levantándose y el caos nunca ordenado. La pieza de Marie Chouinard fue un estallido de vigor e imaginación.

La creadora canadiense, quien combina un profundo respeto por el cuerpo con el deseo de transgredir sus posibilidades, en la primera parte del programa presentó Radical Vitality, coreografía que recoge pequeños fragmentos de danza seleccionadas de su repertorio.

Cada obra de la Compagnie Marie Chouinard, de Quebec, es una invitación al deleite visual por la expresión corporal de sus integrantes. La coreógrafa y directora canadiense se caracteriza por explorar la poética del cuerpo con apoyo de efectos teatrales y la presencia del bailarín como entidad singular, por lo que encuentra en el cuerpo un vehículo de vida, como sucedió con Radical Vitaliy.

Los solos y duetos de la pieza eran pequeños cuadros que entrelazaban lo trágico y lo cómico, la ternura y la crueldad, la vulnerabilidad y la fuerza, lo gracioso y lo extraño. La obra mostró el profundo proceso creativo de la agrupación que por segunda vez se presenta en el Cervantino.

En 2010, los canadienses sorprendieron al público Guanajuatense con su obra boDY-rEMiX, en la que la coreógrafa exploró los sufrimientos que impone la danza clásica. Ahora, en Radical Vitality, compartió su vigor, humor y extravagancia.