¿Qué tiene el Salar de Maricunga por el que Codelco pagará US$ 244 millones para extraer litio?
Más de 40 personas naturales y empresas tienen pertenencias en el Salar de Maricunga, la segunda cuenca en Chile donde hay más litio en el mundo. Entre quienes tienen derechos ahí están SQM, Simco Lithium (joint venture entre el grupo Errázuriz y el fondo asiático Simbalik), así como la Sociedad Punta de Lobos, entre otros.
Según Codelco, la cuenca es la segunda con mayor concentración de litio del mundo, y es por eso que pactó con Lithium Power International (LPI) la compra de esta empresa en US$ 244 millones, dado que su principal activo es el proyecto Blanco en Maricunga. Esta iniciativa tiene la capacidad de producir 20.000 toneladas de carbonato de litio al año, ya tiene el permiso ambiental, las pruebas técnicas, y estaba listo para partir las obras este año. La inversión estimada es de US$ 700 millones.
El Proyecto Blanco está en el norte del Salar de Maricunga. Y las pertenencias de Codelco, al sur. Al medio de ambas hay derechos que tiene SQM. Conocedores de esta cuenca y del negocio del litio han comentado que es posible que la venta de pertenencias de la minera no metálica a la estatal esté entre los temas que se negocien entre Codelco y SQM por el contrato del Salar de Atacama, así como transferencia de know how.
Codelco creó una filial, Salar de Maricunga SpA, para extraer el litio de la cuenca y, señalan conocedores del caso, una vez adquirida LPI tales activos se incorporarán a dicha sociedad.
¿Cuándo podría haber producción? Según estimaciones de JP Morgan, la extracción en Maricunga será sustancial desde 2025.
Y es que el proceso de producir litio ha resultado largo tanto para Codelco como para LPI. La minera estatal demoró tres años y medio sólo en obtener los permisos ambientales y sectoriales para su campaña de exploración, y 17 meses tomó el proyecto como tal.
Durante febrero de 2022 y junio de 2023 Codelco ejecutó una primera campaña de exploración en sus propiedades alejadas del Parque Nacional que incluyó 10 pozos con un total de 2.368 metros; seis perfiles de gravimetría que permitieron identificar una profundidad del basamento del salar de un promedio de 365 metros, así como dos pruebas de bombeo que permitieron identificar los aportes de los acuíferos de interés, entre otras mediciones. LPI, en tanto, lleva, como contó su CEO Cristóbal García Huidobro, siete años operando en la zona.