Investigadores detrás del artículo sobre superconductividad publicado en Nature piden retirar el estudio
En una medida que sorprendió a unos cuantos, la revista científica Nature se retractó de un artículo en el que se proclamaba un gran avance en cuanto a la superconductividad de alta temperatura. Es el segundo artículo que la publicación retira a pesar de las objeciones de Ranga P. Dias, profesor de la Universidad de Rochester (EE UU), quien dirigió la investigación. O por lo menos se da a entender que el investigador responsable se opuso a esta retractación, ya que aparentemente se negó a responder a Nature sobre el asunto.
El trabajo de Dias sobre la superconductividad se orientaba hacia los materiales químicos ricos en hidrógeno que se forman a presiones extremas. Otros grupos de investigación han demostrado que la presión fuerza al hidrógeno a crear cristales dentro del material, donde favorece la formación de pares de electrones que propician la superconductividad. Esto permite que tales sustancias químicas sean superconductoras a temperaturas elevadas. Los dos artículos de Dias describían supuestamente una sustancia química que era capaz de superconducir a temperatura ambiente y presiones extremas, y una segunda que lo hacía a presiones ligeramente inferiores, lo que la ponía al alcance de equipos de laboratorio más fáciles de conseguir.
¿Qué hizo mal Nature en los artículos publicados sobre superconductividad?
Los problemas con el primero de estos artículos se hicieron evidentes cuando la comunidad científica indagó en los detalles del trabajo. Al parecer, el equipo de Dias utilizó un método no estandarizado para sus estimaciones en un experimento clave y no incluyó en la investigación los pormenores sobre cómo se llevo a cabo. En otras palabras, los datos del artículo parecían válidos, pero no estaba claro si reflejaban fielmente los resultados experimentales. En consecuencia, Nature se retractó, aunque los nueve autores del documento se opusieron a esta decisión en su momento.
Así que fue una sorpresa que la misma revista aceptara un material que describía un trabajo similar del mismo grupo de investigación. Pero tal vez fue menos impactante que surgieran inconvenientes similares. En este caso, ocho de los 11 autores de la investigación manifiestan que no están seguros en absoluto de que el informe revele los datos de un modo que represente fielmente lo que ocurrió en el laboratorio. Como se lee en la nota de retractación: “expresan su opinión, como investigadores que contribuyeron al trabajo, de que el artículo publicado no refleja con exactitud la procedencia de los materiales investigados, las mediciones experimentales realizadas y los protocolos de procesamiento de la información aplicados”.
Una traducción aproximada de este lenguaje académico empleado en esa declaración sería que “no tenemos ni idea de cómo se elaboraron las imágenes de los datos que aparecen en el documento”.
Como ya señalamos, Dias, junto con dos colegas de la Universidad de Rochester, no han respondido a la retractación. Al parecer, su representante declaró a The New York Times que “el profesor Dias tiene la intención de volver a enviar el artículo científico a una revista con un proceso editorial más independiente”. Pero no está claro en qué sentido “independiente” equivaldría a “[una publicación que] considera aceptable que la mayoría de las personas que supuestamente generaron la información se preocupen de que estos sean erróneos”.
En todo caso, el fallo de Nature en este caso es que aparentemente manejó la revisión por parte de expertos del segundo artículo como si estuviera aislado del primero. En cierto sentido, eso fue idealista, al ignorar cualquier contexto social y centrarse simplemente en lo que se presentaba en el documento. Pero también fue ingenuo, dado que el informe anterior fue retirado precisamente porque no presentaba una perspectiva precisa de los experimentos.
En cuanto a Dias, quizá este sea el menor de sus males. Un tercer artículo en el que participó, publicado en Physical Review Letters, también fue retirado; una vez más, a pesar de las objeciones de Dias. En este caso, hay indicios de que un gráfico que supuestamente mostraba datos recientes fue simplemente copiado de la tesis de Dias, que trataba un tema totalmente distinto. También se le acusa de que su tesis contenía material plagiado. La Universidad de Rochester inició una revisión del trabajo de Dias, y aunque las conclusiones de esas evaluaciones suelen mantenerse confidenciales, cualquier consecuencia que se derive de ellas será difícil que pase desapercibida.
Artículo publicado originalmente en Ars Technica. Adaptado por Andrei Osornio.