Seguridad alimentaria, un reto para la Ciudad de México – La Prensa
La seguridad alimentaria representa un reto para la Ciudad de México, donde se desperdician 13 mil toneladas de alimentos diariamente, con una iniciativa privada que tiene un amplio margen de oportunidad para emprender en los desechos sólidos de la Zona Metropolitana.
Derivado de lo anterior, es necesaria la educación alimentaria para evitar desperdicio de alimentos; la capital del país debe alcanzar la independencia alimentaria, mientras que las chinampas son una forma natural de hacer economía circular.
Al respecto, el director general de Ciencia, Divulgación y Transferencia de Conocimiento de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) del gobierno capitalino, Juan Luis Díaz Santiago, destacó la importancia de reconocer que más de la mitad del territorio de la capital del país es suelo de conservación, por ello debe ponerse especial atención en cómo se usan y manejan los productos que desde ahí se obtienen.
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Hizo notar que tan sólo en la Central de Abasto (CEDA) de la Ciudad de México diariamente se procesan más de 600 toneladas de residuos sólidos, lo que significa no sólo un problema de desperdicio, sino también de disposición final de éstos, “que podrían haberse aprovechado en un esquema de economía circular”.
Resulta que con el objetivo de compartir experiencias de investigaciones que favorecen la gestión de recursos alimentarios, así como de residuos sólidos, el Congreso capitalino albergó el foro “La Innovación del Proceso, Uso y Reciclaje de los Recursos Alimentarios”.
En ese ejercicio de parlamento abierto, organizado por el presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación del órgano legislativo, diputado de Morena Christian Moctezuma González, en coordinación con la SECTEI, la doctora y académica Georgette del Pilar Pavía González, afirmó que la sustentabilidad alimentaria no restringe la productividad ni la actividad, pero sí la necesidad de que todos tengan un pago justo.
Asimismo, en la mesa “Implicaciones de la sustentabilidad alimentaria con la innovación”, expuso que es necesario impulsar la educación alimentaria para tener hábitos saludables y sostenibles, además de usar la tecnología e innovación para evitar crisis alimentarias.
Dentro de ese contexto, precisó que la inteligencia artificial combinada con la biotecnología, puede dar lugar a perspectivas de suministros, de desechos y resistencias de cultivos, al tiempo que insistió en que deben utilizarse nuevas tecnologías para atender el desperdicio de alimentos.
El legislador morenista Christian Moctezuma González, afirmó que las investigaciones presentadas servirán para impulsar políticas públicas con visión de sustentabilidad que ayuden a la reutilización de residuos alimentarios.
Consideró que este tipo de foros son esenciales para transmitir conocimientos que aporten al desarrollo pleno de la capital del país, a la vez que sostuvo que trabajará en coordinación con especialistas en una reforma de ley referente a la sustentabilidad y los recursos alimentarios.
Por parte del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la maestra en Administración de Empresas Sustentables, Daniela Valencia Ordóñez, refirió que 58 por ciento de los residuos generados a nivel nacional son orgánicos, provenientes de domicilios particulares y empresas.
Delineó que entre los retos para aportar en nuevas tendencias en materia de recursos alimentarios, se encuentran la recolección de residuos sólidos, la concientización ciudadana, la educación ambiental y el fomento de la investigación.
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Informó sobre sus investigaciones en torno a los desechos sólidos urbanos en el Estado de México y sus problemáticas, con la aclaración de que hay oportunidades desde la iniciativa privada para emprender en los residuos sólidos de la Ciudad de México.
A su vez, la doctora María del Pilar Montserrat Pérez Hernández, del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del IPN, señaló que la Ciudad de México desperdicia 13 mil toneladas de alimentos diariamente y que la urbe es la zona que más residuos plásticos genera del país, mientras que México es líder mundial en el consumo de agua embotellada.
La académica recalcó los desafíos para atender los problemas que conllevan los residuos sólidos en la Ciudad de México. Propuso realizar cambios desde la educación familiar, hasta sancionar correctamente a las empresas y realizar campañas de concientización del consumo responsable.
Propuso que la SECTEI sea, en coordinación con todos los poderes del Estado, generadora de conocimiento, sensibilización y educación para crear conciencia entre la población para reducir el desperdicio de alimentos.
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En su turno, el jefe de departamento de biotecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el doctor Francisco Cruz Sosa, se refirió a la relevancia de la innovación y sustentabilidad para la demanda de alimentos saludables que respeten el medioambiente, por ello la necesidad de invertir en técnicas verdes que reduzcan el impacto ambiental.
Enfatizó los retos de la producción de los alimentos, porque deben crearse con visión al futuro; tiene que trabajarse con miras a reducir el impacto ambiental para que no se agoten los recursos naturales.
Durante la mesa “Economía circular en favor de la innovación para el desarrollo de la Ciudad de México”, el maestro Graciano Aguilar Cortés, del Consejo de Líderes en Innovación y Tecnología, se pronunció porque las distintas investigaciones trabajen sobre estructuras ordenadas en favor los sistemas basados en la naturaleza y la búsqueda de la independencia alimentaria en América Latina.
Mientras, el profesor investigador del departamento de Hidrobiología de la UAM, Alejandro Federico Alva Martínez estimó pertinente crear humedales y, con ello, reducir la infraestructura gris y el costo de tratamiento de agua, además de aumentar los recursos de agua subterránea y reducir el riesgo de inundaciones.
Aceptó que la cuenca del Valle de México ha perdido sus grandes humedales y que, no hay una cultura de la chinampa, sin que se valoren todos los beneficios que estos espacios generan.
Propuso una iniciativa de ley para la conservación de las chinampas, llamó a no olvidar la economía circular que genera la chinampa, porque crea vida, sociedad, alimentos y reduce los efectos del cambio climático.
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