La actividad industrial española se deterioró en noviembre por octavo mes consecutivo
La actividad del sector manufacturero de España continuó deteriorándose en el mes de noviembre, ampliando a ocho meses consecutivos la secuencia de caída, aunque a un ritmo inferior al del mes anterior, según el índice de gestores de compra (PMI), que se situó en 46,3 puntos desde los 45,1 de noviembre, según indicaron S&P Global y Hamburg Commercial Bank.
En un contexto de persistentes incertidumbres políticas y económicas, tanto la producción como los nuevos pedidos cayeron bruscamente en noviembre. En cuanto a la producción, los últimos datos indican la contracción más pronunciada de 2023 hasta la fecha y representaron la séptima caída mensual consecutiva. Asimismo, los nuevos pedidos recibidos cayeron de nuevo, extendiendo el período actual de contracción a ocho meses.
Por su parte, los pedidos pendientes volvieron a disminuir drásticamente, y las empresas lo atribuyeron a la escasez de nuevas ventas. También prevaleció la reducción de existencias, ya que los fabricantes desearon minimizar los costes y reforzar la eficiencia en sus plantas. Como resultado, los stocks de insumos y de productos terminados continuaron disminuyendo. La caída más pronunciada fue la de los inventarios de productos terminados la más pronunciada en más de cuatro años. Las empresas también redujeron notablemente su actividad de compras y recortaron modestamente los niveles de personal en sus plantas en noviembre.
«El sector manufacturero español sigue en marcha atrás. En noviembre, la producción industrial continuó disminuyendo, y el ritmo de declive fue ligeramente más rápido que en el mes anterior. Otros indicadores como el de los nuevos pedidos, las compras de insumos y los pedidos pendientes también están bajando, pero a un ritmo mucho más lento que en octubre», señaló Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank.
De la Rubia señaló que «los productores de bienes de consumo están creciendo a contracorriente. Y parece que el crecimiento en este sector, que comenzó en octubre, puede continuar, ya que también mejoró la situación de los pedidos. Las empresas de bienes de consumo incluso están haciendo alardes de poder al aumentar sus precios de venta, mientras que los costes de los insumos cayeron levemente, respaldando los márgenes de beneficios».
«De hecho», puntualizó De la Rubia, «es este sector el principal responsable de que los recortes generales de empleo se hayan moderado significativamente en noviembre. En contraste con esta evolución más positiva, los sectores de bienes intermedios y de capital experimentaron nuevas caídas pronunciadas en la producción y los pedidos«.
El analista senaló que «la confianza en el futuro sigue en territorio positivo, pero por debajo del promedio histórico. Al preguntar a las empresas sobre sus preocupaciones, la incertidumbre política fue un gran problema que ensombreció las ventas y la producción. No obstante, como la tan esperada formación de gobierno tuvo lugar a mediados de noviembre, es posible que la incertidumbre política pase más bien a un segundo plano durante los próximos meses».