Sam Altman invirtió 51 mdd en chips para OpenAI, pero la empresa es suya
Altman fue despedido recientemente de OpenAI por comunicaciones “poco sinceras”, y la carta de intención destaca cómo sus inversiones personales pueden enredarse con sus deberes como CEO de OpenAI. La intersección de sus diversos intereses jugó un papel en su despido, según las fuentes consultadas por Wired.
La carta de intención también habla sobre la disposición de OpenAI para gastar sumas significativas para asegurar suministros de chips, para respaldar proyectos de IA. Altman expresó públicamente su preocupación por la escasez y los costos exorbitantes de los chips de IA. Aunque OpenAI cuenta con el respaldo de Microsoft, su principal inversor, ha tenido que limitar el acceso a funciones de ChatGPT debido a restricciones de hardware.
¿Qué es RainAI?
En la página oficial de Rain AI se lee: “Construyendo la plataforma de cómputo para el futuro de la inteligencia artificial.”
Está ubicada a menos de dos kilómetros de OpenAI en San Francisco y, su principal producto es que están desarrollando un chip de procesamiento neuromórfico, o NPU por sus siglas en inglés.
Este es un tipo de unidad de procesamiento diseñada para replicar ciertos aspectos del funcionamiento del cerebro humano. Los microprocesadores se inspiran en la neurobiología y buscan emular la estructura y las funciones del sistema nervioso.
A diferencia de los procesadores tradicionales, que están diseñados para realizar tareas específicas de manera secuencial, los NPUs buscan abordar problemas complejos de manera más eficiente al aprovechar principios neuronales y por ello, se convierten sumamente valiosos para tareas relacionadas con IA y aprendizaje automático.
De acuerdo con Bloomberg, Rain, que proyecta entregar sus primeros chips a clientes en octubre del próximo año, ha experimentado altibajos en su liderazgo e inversiones. Un organismo gubernamental de Estados Unidos que supervisa inversiones por riesgos de seguridad nacional ordenó a Prosperity7 Ventures, un fondo afiliado a Arabia Saudita, vender su participación en Rain. Este cambio podría afectar la capacidad de Rain para llevar su tecnología de chips al mercado y retrasar el cumplimiento del pedido de 51 millones de OpenAI.
La ronda de financiación liderada por Prosperity7 el año pasado valoró a Rain en 90 millones de dólares, excluyendo la nueva financiación. Aunque se anunció que este financiamiento sería suficiente hasta principios de 2025, la reciente venta forzada de acciones podría complicar el panorama. Rain había afirmado tener negociaciones avanzadas para vender sistemas a gigantes tecnológicos como Google, Oracle, Meta, Microsoft y Amazon.