Banco Central reduce la tasa más de lo esperado y adelanta nuevos recortes
En su última reunión del año, el Banco Central redujo la tasa de interés más de lo que esperaba el mercado, en momentos en que la inflación comienza a ceder -aunque más lento de lo anticipado- y se resuelven los desequilibrios macroeconómicos derivados de la pandemia del Covid-19.
Esta tarde, la entidad comunicó que redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 75 puntos base (pb.) a un 8,25%, cifra que se ubicó por sobre los 50 puntos base que anticipaban distintas encuestas de mercado, como la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) y la de Expectativas Económicas (EEE).
Eso sí, se alineó con la sugerencia de rebaja de 75 puntos base que entregó el lunes el Grupo de Política Monetaria (GPM), así como la mediana de los analistas consultados por Bloomberg.
La decisión fue adoptada por la unanimidad del Consejo, integrado por la presidenta Rosanna Costa, el saliente vicepresidente Pablo García y los consejeros Alberto Naudon, Luis Felipe Céspedes y Stephany Griffith-Jones. Además, se conoce ad portas del Informe de Política Monetaria (IPoM) que se publicará este miércoles.
La diferencia con parte del mercado provino del alto registro inflacionario de noviembre, con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que aumentó un 0,7% mensual, acumulando un 4,8% en los últimos doce meses, ambos por sobre lo esperado. Esto llevó a los analistas a moderar su pronóstico de reducción de tasas en la última reunión monetaria del año.
En el comunicado, el Consejo argumentó que las presiones inflacionarias han continuado cediendo.
«La inflación ha continuado disminuyendo, con variaciones anuales del IPC total y subyacente que se ubican en 4,8 y 6%, respectivamente. La inflación del mes de noviembre superó lo esperado, principalmente por el comportamiento de algunos precios volátiles, que se considera menos informativo respecto de las tendencias inflacionarias. En cuanto a las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto la EEE como la EOF permanecen en 3%», destacaron los consejeros.
Incluso, el instituto emisor adelantó la convergencia del IPC a la meta del 3% respecto al IPoM previo, pero solo en el caso del indicador que mide el comportamiento de los productos más volátiles.
«El escenario macroeconómico ha evolucionado acorde con lo previsto. La economía ha ido resolviendo sus desequilibrios de trimestres previos y la inflación sigue reduciéndose. Los episodios de tensión en los mercados financieros globales y local, registrados al momento de la reunión previa, se han disipado. En este contexto, se sigue proyectando que la inflación convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024, pero se adelanta para el primer semestre la convergencia a 3% para la inflación subyacente -componente donde se han acumulado diferencias a la baja desde el IPoM de septiembre», señaló el comunicado.
Nuevos recortes en el horizonte
Asimismo, la entidad anticipó nuevos recortes de la TPM, a diferencia de lo que había señalado en la reunión de octubre.
Hace dos meses, el emisor omitió dar señales de los próximos pasos a seguir en el proceso de relajamiento monetario, recortando la TPM en 50 puntos -menor a lo esperado- y pausando el programa de acumulación de reservas en momentos que el dólar se empinaba sobre $ 900.
«El Consejo considera que, en línea con el escenario central del IPoM de diciembre, la convergencia de la inflación a la meta requerirá nuevos recortes de la TPM. Su magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación. El Consejo reafirma su compromiso de actuar con flexibilidad en caso de que alguno de los riesgos internos o externos se concrete y las condiciones macroeconómicas así lo requieran», señaló el comunicado.
Economía inició el ciclo de repunte
En su análisis del panorama macroeconómico local, el Banco Central observó que los datos del tercer trimestre e inicios del cuarto muestran que la actividad retomó tasas de expansión «levemente positivas».
Así, recalcó que al descontar la estacionalidad, el PIB no minero del tercer trimestre creció 0,2% trimestral, empujado por la generación eléctrica, el comercio y algunas ramas industriales. El Imacec de octubre -continuó- reafirmó el desempeño de la actividad, con un incremento de 0,5% mensual desestacionalizado en el componente no minero.
En cuanto al gasto, el consumo privado mostró un «incipiente» aumento, mientras que la inversión se mantuvo «débil», advirtieron los consejeros.
«En el mercado laboral, la creación de empleo se mantiene lenta, con una demanda de trabajo aún débil, coherente con la evolución del ciclo económico. La tasa de desempleo llegó a 8,9% en el trimestre móvil terminado en octubre, por sobre su promedio histórico. El crecimiento de los salarios reales aumentó hasta 3,5% anual, apoyado por la menor inflación. Las expectativas de los hogares y las empresas permanecen en terreno pesimista», agregó el comunicado del banco.
Mercados financieros
Al revisar el escenario en el exterior, el instituto emisor agregó que la inflación ha continuado descendiendo y las perspectivas de política monetaria han tendido a relajarse, particularmente en Estados Unidos, una economía que exhibe una actividad «más resiliente que la esperada», por lo cual se han ajustado al alza sus perspectivas de crecimiento para este y el próximo año.
«Esto último, junto a las mejores proyecciones para China, implican un impulso externo algo mayor que el previsto hace unos meses», afirmó el banco.
Las condiciones financieras globales han evolucionado «favorablemente» en las últimas semanas, revirtiendo el «importante estrechamiento» observado cuando se realizó la reunión monetaria de octubre.
Muestra de aquello es que al compararlo con esa fecha, las tasas de interés de largo plazo estadounidenses han retrocedido de «forma significativa», ubicándose algo por debajo de 4%, descenso que se ha traspasado al resto de los países.
«El dólar se ha depreciado a nivel global, mientras que los mercados bursátiles han repuntado. El precio del petróleo cayó a alrededor de US$75 el barril y el precio del cobre retornó a valores en torno a US$ 3,8 la libra», observó el ente autónomo.
Mientras que a nivel de los desarrollos financieros locales, se destacó una «reversión» del estrechamiento de las condiciones financieras. Por ejemplo, respecto de la última reunión, las tasas de interés de largo plazo han caído «de forma importante», el peso se ha apreciado y el IPSA ha acumulado ganancias, dijo el comunicado del banco.
«En cuanto al crédito, las tasas de interés de corto plazo, más ligadas a la evolución de la política monetaria, siguen reduciendo su nivel. Por su parte, las tasas hipotecarias -relacionadas con el financiamiento de largo plazo- se mantienen elevadas«, agregaron.