Este año, el ballet clásico mundial vio nacer escuelas y reconoció el genio de Jiří Kylián
Este año, el ballet clásico mundial vio nacer escuelas y reconoció el genio de Jiří Kylián
▲ En el sentido de costumbre, el Ballet de La Scala en un momento de la obra Bella figura; el San Francisco Ballet, cuya primera temporada dirigió este año la española Tamara Rojo; el coreógrafo checo Jiří Kylián, y el primer bailarín cubano Carlos Acosta, quien abrió una subdivisión juvenil de la compañía que dirige.Foto tomadas de las cuentas de X, Wikipedia y de la página de la academia de Acosta
Fabiola Palapa Quijas
Periódico La Jornada
Sábado 30 de diciembre de 2023, p. 3
Tres nuevas piezas del coreógrafo checo Jiří Kylián, considerado una de las personalidades más destacadas de la danza internacional, se incorporaron en el repertorio del Ballet de la Ópera de París en su temporada de fin de año, que culmina mañana 31 de diciembre en el Palais Garnier.
Se trata de versiones de los ballets Gods and Dogs, Petit Mort y Sechs Tänze. El regreso de Kylián en la programación de la Ópera de París es una demostración de su genio artístico y de la relación que mantiene con la agrupación francesa.
En 2023, Kylián recorrió el mundo con sus propuestas; por ejemplo, el Ballet de La Scala montó después de 14 años la obra Bella figura. Otras compañías que rindieron homenaje al maestro fueron el Ballet Nacional Checo, el Teatro de Ballet Americano, el Ballet de la Ópera Astana, el Colón de Buenos Aires, el Nacional Griego y el de Tokio.
En otras latitudes, tras una carrera de éxitos en el English National Ballet, la coreógrafa y bailarina española Tamara Rojo realizó su primera temporada como nueva directora artística del San Francisco Ballet, la agrupación más antigua de Estados Unidos, con 90 años de historia.
En octubre pasado, el reconocido primer bailarín cubano Carlos Acosta anunció el nacimiento de Acosta Danza Yunior, subdivisión juvenil de la compañía que él dirige, conformada por bailarines recién graduados de la Academia.
Con la premier oficial programada para febrero de 2024, el nuevo grupo artístico perseguirá una línea contemporánea, con cierta influencia de la danza moderna cubana y los bailes folclóricos y populares de la isla, sin dejar de lado el desarrollo técnico del ballet clásico.
Acosta Danza Yunior aprovechará la potencia y la audacia creativa de los bailarines profesionales más jóvenes en el camino hacia una renovación expresiva.
La naciente agrupación integrará a sus presentaciones la labor de coreógrafos, músicos, diseñadores, técnicos escénicos y artistas visuales de la isla y otros países. Su propósito es convertirse en una de las más atractivas cartas de presentación de la cultura joven de la isla.
En Madrid, en la antigua sede de la compañía de Antonio El Bailarín, abrió sus puertas este año la Academia Nacho Duato, nueva escuela de danza que busca preservar el trabajo coreográfico de Duato, al tiempo que promete devolver el esplendor a la Escuela Bolera con Aída Gómez, ex directora del Ballet Nacional de España, como responsable de la enseñanza de la danza española en el centro.
Esta escuela supone un antes y un después en el panorama de la danza en España. Hay que tener excelencia para formar a bailarines y poder combinar ética y estética con amor
, declaró en su momento Aída Gómez.
El programa internacional de posgrado Nacho Duato Trainee Program, diseñado por el propio Duato, tendrá una duración de entre uno y dos años; incluye materias como el ballet clásico, método Graham, pilates o talleres con coreógrafos internacionales.
En mayo, la coreógrafa y bailarina sudafricana Dada Masilo presentó en el Joyce Theatre de Nueva York su obra The Sacrifice, inspirada en La consagración de la primavera, coreografía de Pina Bausch, en la que profundiza en temas de identidad, ritualidad y sacrificio.
Nacida en Soweto, emblemático barrio de Johannesburgo, Sudáfrica, Masilo fusionó el ballet con la danza tradicional de Botsuana, baile rítmico y expresivo, que a veces se usa para contar historias y sanar. Con la pieza The Sacrifice, la coreógrafa y los bailarines se dedicaron al estudio de la danza tswana. No sólo el baile, sino también los rituales.
En noticias que ensombrecieron el mundo de la danza internacional, el pasado 10 de abril el Ministerio de Cultura y la Ópera Nacional de París confirmaron la muerte del bailarín y coreógrafo francés Pierre Lacotte, quien marcó la historia reciente de la danza y trabajó con personalidades como Edith Piaf y Sidney Bechet.
Nacido en 1932 en Chatou (este de París), Lacotte destacó como uno de los grandes coreógrafos de los años 50 y 60, al consagrar su labor a la recuperación de ballets del siglo XIX.