El avión de la Guardia Costera en Japón no tenía permiso para despegar
El avión de la Guardia Costera japonesa que chocó con un avión comercial el martes en el aeropuerto de Haneda, en Tokio, no tenía permiso para despegar y no debía estar en pista, según comunicaciones de control de vuelo publicadas por el Ministerio de Transporte nipón. En el accidente cinco tripulantes de la aeronave militar fallecieron, así como las 379 personas del avión en llamas fueron evacuadas, aunque catorce de ellos resultaron heridos.
La aeronave de los guardacostas se disponía a transportar comida y agua para los afectados por el fuerte terremoto que golpeó la costa occidental del centro de Japón el lunes. La colisión entre ambos aviones se produjo a las 17:47 hora local y provocó que ambos se incendiaran.
Según informa la BBC, el vuelo comercial recibió autorización para aterrizar en la pista mientras que al avión militar se le ordenó “avanzar hasta el punto de espera C5″, un espacio del aeródromo donde las aeronaves esperan permiso para ingresar a la pista e iniciar el despegue. La tripulación respondió afirmativamente a esta orden, tal y como se aprecia en los mensajes, pero no la puso en práctica.
Discrepancia de las versiones
El capitán de la nave de los guardacostas, el único superviviente de los seis tripulantes que resultó gravemente herido, se justificó explicando que contaba con permiso de entrar en la pista. En otras declaraciones habría indicado incluso que tenía permiso para despegar.
Sin embargo, el responsable de la autoridad de aviación civil, Toshiyuki Onuma, hace evidente la discrepancia de las versiones. “No había nada que pudiese entenderse como un permiso para entrar en la pista en la transcripción de las comunicaciones”, declaró en una comparecencia ante los medios.
En los registros de comunicación entre los controladores aéreos y la compañía que operaba el vuelo comercial, Japan Airlines (JAL), tampoco había ninguna indicación sobre retrasar el aterrizaje, por lo que expertos apuntan a que es posible que ambas partes desconocieran la presencia de otra nave en la pista. Una hipótesis que se corrobora con las declaraciones del piloto del JAL al afirmar que no podía ver ningún avión mientras que se aproximaba a la pista.
Investigación en marcha
Ahora el Ministerio de Transporte japonés está investigando los posibles motivos que llevaron al trágico accidente. La Junta de Seguridad en el Transporte ha comenzado a examinar los restos de la avioneta, así como toda prueba que la Policía recogió del lugar de los hechos.
Por otro lado, la aerolínea Japan Airlines estimó este jueves que perderá alrededor de 15.000 millones de yenes (unos 95,7 millones de euros), a causa del accidente. Señalan también que la pérdida del avión Airbus A350, implicado en la tragedia, estaría cubierta por la aseguradora, pero que tendría un impacto negativo en sus resultados comerciales.