Coaliciones electorales en Coahuila: de la pesca de votos a la ruptura por acuerdos
La Laguna /
Las coaliciones electorales han cobrado relevancia en el último sexenio en el plano local y federal. En Coahuila esto llevó a un primer gobierno compuesto por varias fuerzas políticas, pero con sus contrastes al momento de los acuerdos.
Carlos Prado Aguilera, abogado especialista en derecho constitucional y catedrático de la Universidad Iberoamericana Torreón, destacó que esta figura jurídica permite a los partidos postular perfiles en común, pero no hay reglas en cuanto a que las fuerzas políticas tengan coincidencia en sus líneas ideológicas.
“Muchas veces son incongruentes ya que ves unidos el agua y el aceite, sin embargo desde que existe esta figura hemos visto partidos que no tienen ni un renglón en su ideario que coincida con el otro”.
De tal manera, agregó, el equipo entre uno o más partidos se convierte en salir a pescar votos como sea.
“El asunto es captar votantes bajo la máxima de que el fin justifica los medios, ¿qué le veo positivo? El momento actual, pues nunca como ahora la democracia requiere de coaliciones y de alianzas porque existe mucho poder político, económico, fáctico, ideológico, mecánico y hasta mecánico que va estar en la boleta”.
Indicó que esta premisa es lo que hace tomar a la oposición al gobierno federal estas alianzas como una prioridad y hasta cierto es bien visto por un sector de la población.
“El tiempo nos dirá si el voto de la oposición no se atomiza”.
Señaló que uno de los problemas en las coaliciones electorales recae al momento de cuantificar el número de sufragios a favor de cada fuerza política y eso se ve traducido en acuerdos como el que exhibió el dirigente nacional de PAN, Marko Cortés Mendoza con relación a la renovación de la gubernatura de Coahuila en 2023.
“Es muy complicada la forma de compartir el porcentaje de votos y así se vende el amor entre partidos. Este sistema de cuantificación o prorrateo de votos no es el idóneo en cuanto a la parte objetiva del proceso electoral”.
Refirió que un partido puede reprochar al otro que no obtuvo cierta cantidad de votos en solitario, pero también se puede revirar que la votación en coalición fue mayor por el equipo formado por la alianza.
“Una de las obligaciones de una coalición de partidos es que de si ganas incorpores en tu gobierno a todas las fuerzas políticas. Ninguna ley por más perfecta que sea puede abarcar todos los supuestos e hipótesis que en realidad suceden, ¿qué supliría esas lagunas o deficiencias? Una sociedad responsable”.
Acotó que la exhibición de Marko Cortés puede servir como un precedente para que exista una mayor rendición de cuentas a los partidos políticos al momento de crear frentes, coaliciones o fusiones.
“Las tres figuras para mí son instrumentos positivos, pero el punto es que los operadores políticos estén a la altura de los mecanismos que la ley les da y no volver a ver un arreglo como el de Coahuila a nivel nacional”.
Coaliciones como alternativa política
La Ley General de Partidos Políticos establece tres figuras para que las fuerzas políticas puedan realizar alianzas o trabajo en equipo: el frente, la coalición y la fusión.
La coalición es la alternativa más usada en los últimos años y que se ha popularizado al grado de hablar de gobiernos bajo este esquema, aunque la controversia no se ha dejado esperar.
El caso más mediatizado fue el de Coahuila. Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, señaló el pasado 10 de enero el supuesto incumplimiento de un acuerdo establecido con el PRI para dar forma a la alianza que postuló el año pasado, junto con el PRD, al hoy gobernador Manolo Jiménez Salinas.
La inconformidad del líder blanquiazul ocasionó que el PAN no se adhiriera al convenio que firmaron el PRI, PRD y la Unidad Democrática de Coahuila (UDC) para la postulación de candidatos y candidatas en la elección local para renovar los 38 ayuntamientos.
Sin embargo, el acuerdo de coalición con el PAN y el PRD está intacto para la renovación de 8 diputaciones y dos senadurías.
Entre los requisitos que la ley marca para establecer una coalición partidaria federal está que los órganos de dirección nacional de cada instituto político aprueben la plataforma electoral en común y en dado caso un programa de gobierno de coalición.
También que estos organismo avalaron la postulación y el registro determinado de determinado candidato para la elección presidencial. En este caso ocurre entre el PAN, PRI y PRD que irán de la mano tanto en esa candidatura como en la de senadores y diputados federales.
La historia en Coahuila
Las coaliciones electorales en procesos electorales coahuilenses están presentes desde hace tres sexenios, aunque de manera parcial en su mayoría y no de forma completa hasta hace seis años para renovación de la gubernatura y el Congreso del Estado.
En elecciones como la intermedia estatal de 2008 hubo alianzas entre partidos como la Unidad Democrática de Coahuila y el PRI en algunos distritos para renovar el Poder Legislativo, conforme pasaron los años este partido se alió con Acción Nacional como oposición.
En 2017 se consolidaron por primera ocasión dos grandes coaliciones para enfrentarse entre sí: una liderada por el PRI y otra por el PAN que condujo a la disputa más cerrada en la historia más reciente que se tradujo en una gubernatura resuelta en tribunales y un Congreso Local por primera vez dividido y sin mayoría para el tricolor.
El año pasado nació otra gran coalición, pero en esta ocasión con el PRI a la cabeza y el blanquiazul y el PRD como aliados. Esto le permitió ganar los 16 distritos en disputa por el Congreso del Estado y la gubernatura de Coahuila. En esa ocasión no hubo coalición opositora, pues Morena no logró los acuerdos necesarios con sus aliados históricos a nivel nacional, el PT y el Partido Verde.
Para este proceso electoral 2024, en lo local van juntos el PRI, PRD y UDC contra Morena y el PT, mientras que los partidos Movimiento Ciudadano, Acción Nacional y Verde Ecologista postulará candidatos en solitario para la renovación de las alcaldías en Coahuila.
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