La invasión de Ucrania pausa el intercambio científico en el Ártico
La guerra iniciada con la invasión rusa de Ucrania ha dejado un importante damnificado indirecto: el conocimiento. Un estudio publicado este lunes por la revista Nature Climate Change alerta de la pérdida de datos y comprensión de lo que ocurre en la mitad del territorio Ártico desde que empezase el conflicto en febrero del 2022.
Al comenzar la guerra: “Dejan de fluir los datos, la información, la visitas y la colaboración, hasta ese momento habitual, entre científicos rusos y de otras nacionalidades«, afirma el español Efrén López-Blanco, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca.
López-Blanco señala que desde el inicio del conflicto los investigadores no rusos no tienen acceso a 17 de las 60 estaciones científicas existentes en altas latitudes árticas, y viceversa. El ártico incluye partes de Rusia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Islandia, la región de Laponia en Suecia, Noruega, Finlandia y las islas Svalbard, así como el océano Ártico
En definitiva, el intercambio científico lleva “pausado” durante dos años en un momento vital para comprender procesos como los impactos y la mitigación del cambio climático en el Ártico, una zona del planeta que se calienta a un ritmo entre dos y cuatro veces superior a la media mundial, lo que puede tener consecuencias globales.
“Desde el comienzo de la invasión solo podemos hacer una parte del guiso por así decirlo, nos faltan ingredientes para hacerlo al completo”, detalla el investigador gallego.
Esta menor habilidad para contar con información y estudiarla se traduce también en conclusiones científicas con cierto sesgo y en estrategias de manejo y conservación de la zona basadas en menores capacidades de comprensión de lo que ocurre.
Utilizando datos de modelos extraídos de los emplazamientos INTERACT (una red internacional de estaciones de investigación del Ártico) situados a altas latitudes, los autores han cuantificado el impacto potencial de la exclusión de los emplazamientos rusos en la percepción del cambio ártico.
El resultado es que la invasión de Ucrania ha provocado una “laguna de conocimiento” importante en el Ártico, y en consecuencia, una falta de compresión científica de la zona más vulnerable del planeta. Laguna que afecta a datos como la temperatura media anual del aire, precipitaciones totales, profundidad de la nieve, humedad del suelo, biomasa de la vegetación, o carbono del suelo, entre otros.
En 2022 un estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment advertía que el calentamiento en el Ártico es casi cuatro veces más veloz que el promedio global en las últimas cuatro décadas.
El año pasado, una investigación basada en observaciones de satélites de la NASA y la ESA y un sofisticado modelo climático pronosticaba que, entre 2030 y 2050, llegará el primer septiembre sin hielo en el Ártico. Los investigadores explicaban que si se dan varios meses sin hielo en el Ártico se acelerará el cambio climático, ya que un mar enriquecido por el oxígeno del agua dulce se oscurece, absorbiendo más cantidad de energía solar.
Para superar esta brecha de conocimiento actual, los investigadores consideran que urge mejorar la infraestructura de las estaciones científicas no rusas y abrir otras nuevas en lugares que puedan ofrecer datos similares a los que se obtienen en las estaciones rusas.