Larry Fink, el señor del Ibex
Es el presidente y consejero delegado de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo
28 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.
Su nombre no figura en los primeros puestos del codiciado rnking de Forbes de las mayores fortunas del planeta. Pero en lo que a poder econmico se refiere, no le gana casi nadie. Y hasta hay quien dice que nadie. Cada ao enva una carta dirigida a los primeros espadas de las empresas en las que participa. Y les dice cmo deben proceder. En qu tienen que poner el foco las estrategias que disean para conducir sus empresas. El ao pasado les indic que deben centrarse en los riesgos asociados al cambio climtico, por un lado; y en la transparencia con los inversores, por otro. Y, lo ms aconsejable, lo saben bien esos altos ejecutivos, es seguir sus recomendaciones. Porque si Laurence Douglas Fink (Van Nuys, California, 1952) decide que esas empresas no se ajustan a los cnones, ya pueden ir despidindose de una ms que jugosa financiacin.
Y es que es Larry Fink, como se le conoce en el Olimpo financiero, es el presidente y consejero delegado de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo. Maneja activos por valor de 9,1 billones de dlares (8,3 billones de euros). Billones europeos, no norteamericanos. As que cuando Larry habla, el mundo escucha en silencio. Entendiendo por mundo, los que lo manejan.
Y est estos das Fink de actualidad en Espaa porque acaba de comprar un fondo especializado en infraestructuras, Global Infrastructure Partners (GIP), por 12.500 millones de dlares. Y resulta que el principal activo de GIP es el 20 % de Naturgy que le compr en el 2016 a Repsol y Criteria. Una participacin que viene a engordar la ya copiosa cartera de inversiones que atesora BlacRock en el Ibex. La mayor gestora del planeta est presente en 19 de las 35 compaas que componen el principal indicador de la Bolsa espaola. Sumadas todas esas acciones valen ms de 24.000 millones de euros, que es como decir que controla algo menos del 4 % del Ibex. Mucho decir. Y en esa cartera hay casi de todo: bancos, energticas, valores ligados al turismo, inmobiliarias, compaas de infraestructuras y hasta farmacuticas.
Como era de esperar, y despus de lo ocurrido tras el desembarco del fondo soberano saud en Telefnica, no han faltado voces apresuradas reclamando al Gobierno que le pare los pies a Larry. Y eso que poco tiene que ver una operacin con la otra, aunque se parezcan. No acostumbra BlackRock a sentarse en los consejos de las empresas en las que invierte. Aunque esta vez s vaya a conservar los dos asientos que ya tiene GIP en la energtica.
De una discrecin casi legendaria, la cultura inversora la hered Fink de sus padres. Hijo de un zapatero y una profesora de ingls, de ellos asegura el alto ejecutivo que cuando ahorraban, no lo hacan con vistas a comprarse una casa o un coche ms grandes, sino para invertir y que, gracias ello, l y sus hermanos —dos, un chico y una chica— disfrutaron de muchas oportunidades. Un hbito ese que Larry puso en prctica a una edad temprana. Tena 13 aos cuando, con el dinero que haba ganado echndole una mano a su padre en la zapatera, en reprimenda por sus malas notas, compr sus primeras acciones: de DuPont, una empresa qumica estadounidense. Despus vinieron otras. Muchas. Hasta hacer de ello una profesin.
Claro que no siempre le salieron bien las jugadas. Aunque de su fracaso ms sonoro surgi el xito. Fue a mediados de los ochenta. Convertido entonces en uno de los jvenes ejecutivos estrellas de First Boston —hoy desaparecido—, l y su equipo perdieron ms de cien millones de dlares de la poca por no medir los riesgos. Era un capullo, contaba aos despus en el Financial Times. La cagu, reconoca con franqueza. Tuvo que dejar el banco y acab fundando BlackRock. No hay mal que por bien no venga.