Activista pone en duda hallazgo de narcolaboratorio en Sonora – El Universal
La que “dejó varias cejas levantadas” en Sonora, nos platican, fue la activista social Alba Luz Borbón Flores, originaria del municipio de Quiriego, donde el pasado fin de semana fue asegurado un narcolaboratorio, presuntamente el más grande incautado en el sexenio. Nos relatan que doña Alba Luz acusó al gobernador Alfonso Durazo Montaño (Morena) de “sembrar” el sitio clandestino para tomarse la foto, pues, dijo, “no había nadie; ningún guardia resguardando 700 millones de dólares, (…) aquí en Cajeme matan hasta por una deuda de mil pesos” e insistió en que todo fue para presumir y tomarse la foto, pues en su pueblo no ha aumentado la actividad de comercio o trabajadores y aunque don Alfonso no ha respondido, la duda quedó en el aire.
La que se metió en el “ojo del huracán” en Guanajuato, nos cuentan, fue la alcaldesa panista de León, Alejandra Gutiérrez Campos (PAN), pues a unos días de que deje la silla y pida licencia temporal para contender por la reelección, se vistió con ropa táctica y salió a patrullar las calles con el recién nombrado secretario de Seguridad municipal, Jorge Guillén Rico. Nos recuerdan que doña Alejandra lo hizo a principios de su administración, como para demostrar que iba a poder, pero en esta ocasión lo hizo en medio de una ola de inseguridad, con varios asesinatos en la ciudad y hasta el líder del PVEM, Sergio Contreras, advirtió que se tardó en remover a los mandos policiacos anteriores y criticó el show. ¡Vaya ambiente tenso en la capital de zapato!
En el aire, candidatura de edil
Desde Sinaloa, nos comparten que el que anda “más puesto que un calcetín” para la campaña es el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil (Morena), pues busca su reelección, aunque esta vez por la vía del voto, ya que él llegó como suplente. Nos detallan que a don Juan de Dios le gusta presumir que cuenta con padrinos y que eso le da ventaja para quedarse con la candidatura para la capital y recientemente anda muy sonriente y amigable por todos lados, pero sus detractores le recuerdan que la equidad de género le podría arrebatar el puesto y le recuerdan que así hubiera estado durante la “fiesta de balazos” a inicios de año, cuando “no dijo ni pío”, a pesar de que se había prometido que no se iban a permitir ese tipo de festejos. ¡Qué rencorosos!