La incertidumbre por el impuesto a la banca aleja a los inversores de los bancos españoles
Deutsche Bank ha publicado un informe titulado ¿Al abrigo de la tormenta? sobre los seis bancos españoles más grandes. En el documento, los analistas de la entidad se muestran optimistas con la banca española, pero advierten de que la inseguridad política respecto al impuesto al sector está alejando a los inversores. De hecho, ellos mismos han bajado la valoración de los bancos, aunque mantienen su recomendación de compra. Los expertos del banco alemán explican que los inversores desconfían de los desafíos a los que se enfrentan las entidades españolas.
“La incertidumbre política sigue siendo uno de los principales obstáculos de los inversores”, aseguran en el informe. Asimismo, puntualizan que la “falta” seguridad jurídica y fiscal en comparación con otros países, “reflejado principalmente en el impuesto bancario” es lo que más aleja a los inversores. Los analistas de Deutsche Bank reconoce que es la razón principal de los recortes de precios objetivos que han realizado sobre la mayoría de los bancos.
“La razón de esto es que creemos que es más que probable que el impuesto bancario se vuelva permanente”, señalan, pero critican la falta de claridad por parte del Gobierno. A pesar de la falta de detalles, se sabe ya que el gravamen se ha ampliado hasta 2025, con cargo a 2024, los expertos de Deutsche Bank anticipan que este impuesto planteará más incertidumbre durante más tiempo, “disminuyendo así el atractivo de los bancos españoles”.
Sin embargo, reconocen que el resultado más probable implicaría que el nuevo impuesto permanente tendría un impacto menor sobre las ganancias por acción que el impuesto temporal actual, “especialmente considerando que cualquier impuesto a las ganancias extraordinarias estaría menos respaldado una vez que las tasas comiencen a reducirse”. Además, explica que este impuesto permanente podría tener un impacto desde el punto de vista de la competencia, que podría llevar a los bancos a impugnarlo ante la Comisión Europea o el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Los expertos de Deutsche Bank han hecho una estimación de cuánto podría repercutir a los bancos si el impuesto permanente se queda como actual y han concluido que ven un riesgo “insignificante” de que el impuesto permanente sea “más perjudicial” que el actual. Como resultado, creen que los bancos cotizados en España seguirán sufriendo una carga de más de 1.400 millones de euros en los próximos años. Asimismo, hacen distinciones entre los bancos. Los bancos domésticos, es decir, los que operan mayoritariamente en España serán los más afectados, sobre todo Unicaja y en menor medida Banco Sabadell.
Así, Unicaja, Banco Sabadell, Bankinter y CaixaBank, que tienen la mayor parte de su negocio en el país, tendrán un impacto general en el beneficio neto en torno a un 11%. En el caso de Banco Santander, su estimación es que tendrá un impacto del 2%; y del 3% en BBVA. Por ello, reiteran su creencia de que los dos grandes bancos internacionales se beneficiarán de la ventaja de su diversificación y su dependencia más limitada de los tipos. También consideran que podrían proporcionar crecimiento como incentivo en medio de la expectativa de que la actividad crediticia continúe débil durante algún tiempo en España (y en Europa, en general), al tiempo que tendrían un impacto limitado del impuesto bancario local en España.
Ante esto, cambian su preferencia a Santander desde BBVA. En el caso de Santander, reiteran ‘comprar’, con un precio objetivo de 4,85 euros (frente al anterior de 4,90 euros). Para Bankinter, reiteran ‘comprar’, con valoración de 7,85 euros (frente a 8,60 euros); para Sabadell, reiteran ‘comprar, con precio de 1,70 euros (frente a 1,75 euros); y para Unicaja, reiteran ‘comprar’, con precio de 1,40 euros (frente a 1,55 euros).
Deutsche Bank sigue teniendo en cuenta el impacto del impuesto bancario mientras analizan las previsiones de 2026. “La razón es que considerar el impuesto como algo puntual y temporal llevó a tener un impacto limitado en nuestras valoraciones, afectándolas únicamente a través de la menor cantidad de capital generado”, explican en el informe. Sin embargo, a partir de ahora, tendrán en cuenta el impuesto como una reducción de la rentabilidad financiera (RoTE) y, por lo tanto, el impacto es bastante sencillo y, en líneas generales, está en línea con el recorte del beneficio por acción.
Beneficios de 2023
«La banca española cerró 2023 con un comportamiento digno y superando las previsiones del mercado. En un año en el que el crecimiento de margen neto de intereses (NII) fue la estrella, el beneficio neto se duplicó con creces en comparación con las cifras anteriores a la pandemia», explican en un informe publicado este lunes.
«Sin embargo», añaden, «las preocupaciones se centran ahora en cómo los recortes de tipos podrían afectar al margen de intereses». No obstante, creen que «hay muchas razones para que los beneficios se mantengan sólidos, respaldados por unos ingresos resilientes, con una sensibilidad a la baja del margen de intereses mucho menor que al alza, y provisiones estables, compensadas sólo en parte por un nuevo aumento de los costes».
«En consecuencia los ratios de rentabilidad RoTE deberían estar ligeramente por debajo para 2024-2026 (entre 1-2 puntos porcentuales), lo que permitiría que los rendimientos del capital se mantuvieran cerca o por encima de rentabilidades de doble dígito», señalan en el informe.
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