Científico mexicano investigará el impacto a las especies en las islas Galápagos por los … – Omnia
EFE.- El científico mexicano Mauricio Castrejón emprenderá una investigación para determinar los alcances de la “pesca fantasma” en el archipiélago de las Islas Galápagos, en Ecuador, que ocurre cuando los métodos para la pesca, como el palangre, las redes o dispositivos para atraer peces, quedan a la deriva, ya sea porque se perdieron o fueron abandonados en el mar.
Biólogo marino, especializado en la evaluación y manejo de pesquerías artesanales en áreas marinas protegidas, Castrejón dijo a EFE que los atunes son regularmente capturados con redes de cerco o palangres.
“Cuando estas artes de pesca se pierden o quedan a la deriva se convierte en una pesca fantasma” pues continúan captando especies marinas de forma no intencionada y sin control, indicó.
Castrejón agregó que las redes de cerco usadas por pescadores industriales de atún, tienen una captura incidental de alrededor del 2%.
No obstante, si esas redes fueran abandonadas o se perdieran, “seguramente van a capturar todo lo que encuentren a su paso”, incluyendo especies en vías de extinción, amenazadas o protegidas, lo que genera “un problema ambiental bastante severo”, alertó.
Los palangres industriales pueden tener más de mil anzuelos y los artesanales, entre 30 y 150.
“El problema aquí en Galápagos es la ‘pesca fantasma‘ que realizan palangres a la deriva, que pueden ser originarios del Ecuador continental, de alguna otra flota extranjera, palangres que ingresaron a la reserva por efecto de las corrientes, o también podría haber palangres que sean utilizados ilegalmente dentro de la reserva y que quedan también a la deriva, perdidos”, dijo Castrejón.
Investigador del programa Galápagos de la Universidad de las Américas de Ecuador (UDLA), Castrejón aseveró que hay poca información sobre la magnitud y frecuencia de la “pesca fantasma”.
Otro problema de la “pesca fantasma” -del que tampoco se conoce su magnitud- está relacionado con los dispositivos agregadores de peces, conocidos como “plantados”, que son boyas o plataformas con un sistema de seguimiento satelital, utilizados para concentrar atunes.
Castrejón sostiene que los “plantados” pueden haber ingresado en la reserva accidentalmente, arrastrados por las corrientes o, posiblemente, porque fueron lanzados a propósito en sus límites para que las corrientes las ayuden a cruzarla atrayendo en su camino atunes, y luego la flota utiliza redes de cerco para capturarlos fuera de la reserva.
Cada barco industrial puede lanzar decenas o centenas de “plantados” anualmente al mar.
Con información de Latinus