“Las balas vuelan muy cerca: la línea del frente está a solo cinco kilómetros”
Abdou Musengetsi, nuestro coordinador médico adjunto, describe la situación y las necesidades médicas de la población de la región:
¿Cuáles son las consecuencias directas de este nuevo brote de violencia?
En las últimas semanas, los violentos enfrentamientos en el territorio de Masisi, en Kivu Norte, han provocado un nuevo éxodo alrededor de Sake y hacia Goma, la capital provincial. En solo 10 días, cerca de 250.000 personas han huido de los combates. Ahora se refugian con familias de acogida y en lugares de desplazamiento no oficiales ya existentes -así como en otros nuevos-, sobre todo al oeste de Goma.
En estos lugares, las familias se amontonan en refugios improvisados que ofrecen poca o ninguna protección contra la lluvia. La gente nos cuenta a diario que es una lucha conseguir comida suficiente y agua potable limpia, y que a menudo no tienen nada. Cientos de personas se ven obligadas a compartir un solo retrete y no tienen dónde lavarse. Una mujer que huyó recientemente a Goma nos contó que se fue sin nada más que sus hijos y la ropa que llevaba puesta. Se vio obligada a huir varias veces a medida que se extendía el conflicto. Ahora vive en el campo, sufriendo cada día, pero no tiene opción de volver a casa porque es demasiado inseguro.
Mientras tanto, los dos hospitales y varios centros de salud de MSF en el territorio de Masisi han recibido un gran número de heridos de guerra. En los últimos dos meses, los equipos de MSF del hospital de Mweso, gestionado por el Ministerio de Salud, han atendido a unos 146 heridos de guerra, la mayoría por heridas de bala y explosiones. Pero las principales carreteras de acceso al norte, oeste y sur de Goma son inaccesibles debido a la inseguridad y los combates, por lo que resulta extremadamente difícil hacer llegar suministros a estas instalaciones. Esto también ha obstaculizado gravemente el acceso humanitario y médico a cientos de miles de personas en el territorio de Masisi.
Paralelamente, los combates en la frontera entre Kivu Norte y Kivu Sur han provocado que decenas de miles de personas huyan principalmente hacia el sur, hacia la ciudad de Minova, que ya acogía a muchos desplazados. La gente se refugia donde puede, en escuelas y en decenas de sitios diferentes.
Algunas de las estructuras sanitarias que apoyamos en la región se han visto desbordadas por el aumento del número de pacientes que padecen enfermedades relacionadas con el deterioro de sus condiciones de vida. Pero también estamos viendo más casos de violencia sexual y de heridos de guerra. El hospital de Minova ha recibido más de 167 pacientes heridos desde el 2 de febrero, entre ellos varias mujeres y niños. En un solo día, el 7 de marzo, el personal sanitario recibió 40 heridos y otras 7 personas llegaron muertas al centro. Los pacientes se ven obligados a compartir camas y el personal trabaja las 24 horas del día con recursos limitados, ya que las balas vuelan muy cerca: la línea del frente está a solo cinco kilómetros.