Con vistosas técnicas escénicas, recrean la épica de El Ramayana en el Cenart
Alondra Flores Soto
Periódico La Jornada
Sábado 16 de marzo de 2024, p. 2
Amor, venganza y traición son las pasiones que surgen detrás de las máscaras y las sombras que se emplean para narrar la odisea de un príncipe desterrado que lucha contra ejércitos de demonios para rescatar a su esposa. La historia épica de El Ramayana se presenta en el Centro Nacional de las Artes.
La compañía En Boca de Lobo Producciones, desde Yucatán, hace viajar una versión teatral sintetizada del libro épico atribuido al poeta Valmiki, escrito en el siglo III. En el escenario son la danza, el teatro de sombras y el uso de máscaras las técnicas que hacen fluir la imaginación en una odisea por uno de los libros más importantes de India, con adaptación y dirección de Luis Martín Solís.
Las actrices Érika Torres y Nili Yamile se transfiguran y superponen personalidades gracias a la impostura de la voz, la gestualidad del cuerpo, las máscaras rituales tradicionales y títeres que recuperan la tradición asiática. De un momento a otro, con la magia de dos telas blancas como escenografía, desfilan un demonio enfurecido, un héroe inquebrantable, un mono sabio, un amada impaciente, ejércitos impetuosos, todos personajes de un texto original de unas 800 páginas.
Érika Torres expuso que para presentar El Ramayana (pasajes desde las sombras) se apoyaron de la especialista en danza y máscaras balinesas Jessica Gámez, quien las guio con las reglas de la disciplina de acuerdo con la tradición. Fortalecer los músculos de la respiración, tratar de pronunciar lo mejor posible, hacer el cambio de personal y el entrenamiento de danza son algunos de los esfuerzos que implican actuar con el rostro cubierto y en constante actividad.
Ambas actrices conversaron con la prensa antes del estreno de la temporada el jueves pasado en el Foro de las Artes del Cenart. La producción se estrenó en el Mérida Fest 2023. Estar muy conscientes de nuestra respiración y de lo que estamos haciendo, muy expandidas en cuerpo, en voz, saber dónde colocar cada elemento en su momento con mucha precisión
es parte de la dificultad técnica durante una hora de función, refirió Yamile.
▲ Con danza, teatro de sombras y máscaras, la puesta busca trasladar al público por esta narración fundacional india.Foto Yazmín Ortega Cortés
Como un Ramayana de bolsillo
describió Luis Martín Solís esta versión que se presenta durante dos semanas en la Ciudad de México. Pensé que era una locura, pero al final se logró
. Comentó que tiene toda una vida dedicado al teatro, pero fue de joven que gracias a un curso con el titiritero uruguayo Nicolás Loureiro supo de los teatros de sombras del sureste asiático; él hablaba de unas figuras hechas de piel de búfalo, y en Malasia tenían un pedazo de piel humana, lo que dejó una onda huella en su memoria.
Años después hizo un libro para describir la historia del teatro de sombras en el mundo, y en su carrera ha hecho mucho de esta técnica de proyección en montajes.
“Estas son las historias fundacionales del teatro asiático, tanto el Mahabharata como el Ramayana”. Comentó: me lo quería regalar
, pues no vio teatro de niño, sino hasta los 16 o 17 años en el Festival Internacional Cervantino. Su versión del Ramayana es algo que le hubiera gustado ver en la infancia, aunque la obra que ofrece el Cenart está dirigido a público mayor de 12 años. Celebró que el Foro de las Artes permite intimidad y apreciar los detalles de las máscaras y títeres.
El director escénico externó su deseo de que la obra pudiera viajar por el país, cómo las representaciones de la travesía de Rama, una de las encarnaciones del dios Vishnu en el hinduismo, se recrean en los pequeños pueblos de Asia, no sólo de India, sino de otros de la región como Camboya, Indonesia o Malasia, con distintos formatos. Desde el atardecer hasta el amanecer toman los montajes tradicionales de unas ocho horas de duración.
El final de la obra es escalofriante
, incitó la curiosidad Luis Martín Solís. Garantizamos que se van a escandalizar
, fueron sus palabras al comentar la vigencia de un texto tan antiguo que entra en juego con una literatura muy luminosa.
Las funciones son jueves y viernes a las 20 horas, los sábados a las 19 y los domingos a las 18 horas. La temporada termina el 24 de marzo.