La CNMV analizará si sanciona a los Grifols por lucrarse de forma ilícita
La CNMV concluyó el jueves pasado su informe sobre Grifols y los vehículos inversores de la familia. Pero ahí no ha acabado la historia. Ahora, el supervisor nacional investigará de oficio si tras realizar su análisis sobre la empresa hubo alguna actuación de la familia o sus vehículos inversores que conlleve su correspondiente sanción. El supervisor está estudiando al detalle los movimientos que se recogen en el informe y si los servicios jurídicos consideran que hay alguna falta, se incoará un expediente. Fuentes de la CNMV aseguran, sin embargo, que no habrá investigación adicional.
En el caso de que así ocurriese, el procedimiento se demoraría entre uno y tres meses dependiendo de la complejidad. El primer paso es pedir alegaciones a los afectados, ya que se trata de un proceso garantista, y, una vez analizado el nuevo documento, se decide si se abre expediente o no. «La CNMV continuará trabajando en este caso con la mayor celeridad y tratará de dotar de la máxima transparencia a la conclusión de sus actuaciones, si estas derivan en medidas sancionadoras en los términos permitidos por la normativa aplicable», dice.
El supervisor hizo un análisis en el informe publicado el 21 de marzo de todos los pagos que se han realizado entre la farmacéutica y el vehículos inversor así como con el aún presidente ejecutivo, Thomas Glanzmann. «En las respuestas facilitadas a los requerimientos remitidos por la CNMV, Grifols reconoce que no incluyó como operaciones vinculadas, ni en las cuentas anuales los desgloses de las siguientes operaciones, que la CNMV sí considera operaciones con partes vinculadas, entre los ejercicios 2018 a 2022», resuelve el regulador nacional. En total, entre dichos años se han realizado pagos que superan los 400 millones de euros.
La práctica de no identificar como operación vinculada varios movimientos realizados por la farmacéutica ha sido utilizada en varias ocasiones. Así lo indentifica el regulador, quien también echa en falta que no se incluya dicha información en los informes de gobierno corporativo. «Sobre los desgloses en esta materia se han detectado dos situaciones diferentes. Por un lado, operaciones que no han sido debidamente desglosadas en las cuentas anuales ni tampoco en el informe anual de gobierno corporativo, y, por otro lado, operaciones que, de acuerdo con la normativa aplicable, la CNMV considera que sí serían operaciones vinculadas», comienza diciendo el regulador.
Una de las principales dudas vertidas por Gotham fue la consolidación de las empresas Haema y Biotest en los resultafos de Grifols. A este respecto, el supervisor no alberga dudas de que la actuación de la farmacéutica es correcta, pero no así todo el entramado que une a farmacéutica y vehículo inversor. «La adquisición, en 2021, de los 25 centros de donación de plasma de BPL Plasma fue negociada inicialmente entre Scranton, que iba a ser el comprador, y BPL, el vendedor. En el acuerdo firmado en diciembre de 2020 entre el comprador y el vendedor, Grifols actuó como garante de Scranton en esa transacción, lo que a juicio de la CNMV constituiría una primera operación con parte vinculada, puesto que tradicionalmente Grifols ha considerado a Scranton parte vinculada, aspecto que la CNMV no cuestiona», explica el regulador.
Además, la entidad añade una seguda actuación que la firma de hemoderivados no registró adecuadamente. «En febrero de 2021, Scranton cedió a Grifols, sin contraprestación su posición en el contrato, por lo que esta subrogación constituiría otra operación vinculada», añaden. «Finalmente, parte del precio de compra que Grifols debía pagar a BPL se abonó directamente a Scranton (200 millones de dólares), para saldar parte de la cuenta a pagar que BPL tenía con Scranton, lo que constituiría una tercera operación con parte vinculada», explican.
En relación a la empresa Haema, la CNMV también ha encontrado deficiencias en la forma en la que Grifols ha presentado la información. «En octubre de 2020, Scranton adquirió la entidad húngara Haema Plasma. El 1 de febrero de 2021, el Grupo Grifols firmó con Scranton una opción de compra sobre el 100%, no ejercitable hasta transcurridos 12 meses. Además, se firmó un acuerdo de suministro de plasma, según el cual, el plasma que se produciría por Haema Plasma sería adquirido por Grifols. Haema Plasma no se consideró subsidiaria hasta 2022, una vez que la opción devino ejercitable, por lo cual en las cuentas anuales de 2021 se deberían haber desglosado estas dos operaciones (otorgamiento de la opción de compra y compra de plasma) como realizadas con partes vinculadas, aunque no se desglosaron como tales», asevera la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Quince días de plazo
Más allá de las investigaciones que se realicen sobre la relación entre Grifols y Scranton, el supervisor también encontró deficiencias en la comunicación del ebitda así como su deuda financiera. «Con base en todo lo anterior y en virtud del artículo 234 de la LMVSI, se requiere a Grifols para que publiquen en un plazo de quince días un detalle del ebitda y de las deudas financieras netas, a 31 de diciembre de 2023 y 2022, de aquellas entidades más relevantes donde existan participaciones no controladas, al objeto de que un inversor pueda calcular la ratio de apalancamiento considerando, o excluyendo, el ebitda y la deuda que corresponde a la participación en sus dependiente», dice.