Durante toda la mañana los voluntarios, bolsas en mano, limpiaron el entorno de la ermita de Santa Llucia hasta el campo de tiro, un entorno que en muchas ocasiones ha sido un poco olvidado. Así lo demuestran los 780 kilos que los voluntarios recogieron en tan solo una hora y media de trabajo. «Sorprende la gran cantidad de residuos que se encuentran dentro de las matas», señalaba Joan Amengual, de Eixam.
Ello no significa que los desechos hayan sido lanzados in situ dentro de los arbustos, sino que el efecto del viento y la lluvia mueve los residuos hasta quedar ‘atrapados’ entre matorrales. De los 780 kilos recogidos ayer, 510 kilos son rechazo, 200 kilos de cristal y 80 kilos envases reutilizables, destacan los organizadores que plantean poder llevar a cabo una segunda jornada de limpieza en la misma zona.
«En especial el campo de tiro es donde hemos encontrado más basura» añadía Amengual. Entre los residuos, un motor de barco ‘escondido’ en un matorral. Además de dar continuidad a la limpieza de la ermita, Eixam también prevé otra jornada en el litoral del municipio.