esposa de exdirector de morgue de Harvard se declara culpable de enviar restos humanos robados
La esposa de un exdirector de la morgue de la facultad de medicina de la Universidad de Harvard se declaró culpable de un cargo federal después de que los investigadores dijeron que envió partes robadas de cadáveres humanos incluidos manos, pies y cabezas a compradores.
Denise Lodge, de 64 años, de Goffstown, Nueva Hampshire, se declaró culpable el viernes en la Corte Federal de Distrito en el Distrito Medio de Pensilvania de un cargo de transporte interestatal de bienes robados, de acuerdo con los registros judiciales.
El año pasado, fiscales federales anunciaron cargos contra Lodge, su esposo Cedric y otras cinco personas por un supuesto plan en el que una red nacional de personas compraba y vendía restos humanos robados de Harvard y de una morgue en Arkansas.
Los fiscales alegan que Denise Lodge negoció las ventas en línea de una serie de artículos entre 2018 y marzo de 2020, entre ellas dos docenas de manos, dos pies, nueve espinas dorsales, porciones de cráneos, cinco rostros humanos disecados y dos cabezas disecadas, reportó el sitio noticioso PennLive.com.
Las autoridades dijeron que porciones diseccionadas de cadáveres donados a la escuela fueron tomadas entre 2018 y 2023 sin el conocimiento ni el permiso de la escuela. Un hombre de Pensilvania, Jeremy Pauley de la localidad de Thompson, está aguardando sentencia tras declararse culpable el año pasado de asociación delictuosa y transporte interestatal de propiedad robada.
La abogada de Denise Lodge, Hope Lefeber, dijo a la radiodifusora pública WBUR en una entrevista en febrero que el esposo de su clienta “estaba haciendo esto y ella simplemente lo aceptó”. Dijo que “lo que pasó aquí está mal”, pero nadie perdió dinero y el asunto era “más un dilema moral y ético… que un caso penal”.
Los cadáveres donados a la facultad de medicina de Harvard se utilizan con fines educativos, docentes o de investigación. Una vez que ya no son necesarios, suelen ser cremados y las cenizas se devuelven a la familia del donante o se entierran en un cementerio.