Un ‘diablo’ para disfrutar del cielo: el primero de los cuatro cometas que se podrán ver en las islas
Tras el pasado eclipse solar, que se convirtió en un evento mundial para los amantes de la astronomía, en Canarias se podrá disfrutar nuevamente del telescopio merced a una serie de fenómenos que, posiblemente, tendrá una mayor repercusión por la situación geográfica y las condiciones climáticas que ofrecen las islas. Hablamos del acercamiento de cuatro cometas a la órbita de la Tierra en los próximos meses, siendo el denominado cometa ‘Diablo’ el primero que irrumpa sobre el cielo.
En este sentido, Alfred Rosenberg, científico del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), señala que «Canarias, por su proximidad al ecuador, presenta una condiciones inmejorables para observar este tipo de fenómenos de gran magnitud como son los cometas, y este año se verán algunos ciertamente espectaculares».
De hecho, este fin de semana -según el propio Rosenberg- se podrá vislumbrar de forma nítida el denominado ‘cometa Diablo’ (12P/Pons-Brooks), uno de los más brillantes del año -no hará falta soporte tecnológico para avistarlo-. «Es conocido por su comportamiento impredecible, con explosiones y estallidos que le confieren un brillo especial».
Este cuerpo celeste tiene, además, un periodo orbital de 71 años, por lo que esta puede ser una oportunidad única para contemplarlo en el archipiélago, alcanzando su máximo acercamiento al Sol el 21 de abril -poco después del atardecer será la hora marcada como su cenit-. En el hemisferio norte ya ha sido posible su observación en estos días previos. El término 12P en el nombre indica que fue el duodécimo cometa periódico descubierto en el firmamento, y la designación Pons-Brooks rinde homenaje a sus descubridores, los astrónomos Jean-Louis Pons y William Robert Brooks que lo identificaron durante sus visitas de los años 1812 y 1883, respectivamente. Cabe destacar que este cometa tiene unos 34 kilómetros de tamaño y describe una órbita elíptica similar al Halley, que pasó por última vez en 1986.
Durante esta visita, el 12P ha recibido popularmente el nombre de ‘cometa Diablo’, debido al aspecto que adquirió en julio de 2023, después de una gran explosión en la cual el brillo del cometa se multiplicó por 100 y la parte superior adquirió una forma que recordaba a dos grandes cuernos.
Para la observación del Pons-Brooks en estos días de abril conviene situarse mirando hacia el oeste, en una zona bien despejada de obstáculos, pues el cometa se encuentra a baja elevación.
Los siguientes
El siguiente cuerpo celeste destacado será el cometa Olbers, que será visible a partir del 30 de junio y cuyo mayor acercamiento a la Tierra será el 20 de julio. Se podrá observar únicamente desde el hemisferio norte. De forma similar al anterior, su período orbital es de 69 años, pero en esta ocasión se necesitarán binoculares para poder apreciar su brillo.
Ya el 27 de septiembre y durante la primera quincena de octubre se vivirá otro de los fenómenos más importantes del calendario astronómico, con la presencia del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-Atlas). Según la comunidad científica, tendrá potencial para convertirse en un «gran cometa», mostrando un brillo comparable al de las estrellas más luminosas.
Finalmente, el próximo 29 de noviembre se podrá observar el último del año, el cometa 333P/Linear, posiblemente el menos visible y más tímido con respecto al resto.
Recomendaciones y consejos
Los cometas son objetos difusos y difíciles de detectar, sobre todo teniendo en cuenta que se mueven en un cielo repleto de otros cuerpos luminosos. Así, del mismo modo que con otros eventos astronómicos, hay algunas pautas a seguir para poder disfrutar de su observación.
Para ubicarlo con precisión al cometa ‘Diablo’, se debe mirar hacia el oeste, 45 minutos después del atardecer. El objeto se sitúa justo debajo de la constelación Tauro, cerca del horizonte. También se puede buscar usar como referencia al brillante planeta Júpiter, que aparece a su derecha.
Hay que tener en cuenta que cada día anochece un poco más tarde y se encontrará más bajo respecto al horizonte cuando podamos observarlo. Debemos disponer de un horizonte oeste despejado. Asimismo, conviene buscar una ubicación libre de contaminación lumínica, llevar consigo unos prismáticos o un pequeño telescopio, incluso si se espera que el cometa pueda observarse ‘a simple vista’.
En paralelo, siempre vendrá bien descargarse aplicaciones móviles que hagan seguimiento de la trayectoria tanto de este como de futuros cuerpos celestes.
Quienes vislumbren con éxito el cometa, verán una mancha borrosa de color verde o azul, similar a una estrella tenue.