La empresa de automóviles china BYD muestra músculo en la Feria Internacional del Automóvil de Pekín
Las empresas más importantes del sector automovilístico se dan cita durante estos días en la Feria del Automóvil de Pekín. Con la mira en el mercado de los coches eléctricos, varias marcas han presentado sus apuestas para competir en el mercado de los coches eléctricos, que cada vez es más competitivo.
La más destacada ha sido la empresa china BYD, una marca que hasta hace pocos años se dedicaba exclusivamente a la venta de baterías para teléfonos móviles. BYD se ha convertido en el mayor vendedor de automóviles eléctricos en el mundo, siendo el mercado chino su principal sector. Elon Musk ha sido el mayor perjudicado, puesto que su compañía, Tesla, ha sido desbancada por esta marca china.
El magnate sudafricano ya anunció a principios de año que un nuevo vehículo, con un precio más asequible, saldría al mercado para competir con las marcas chinas, con propuestas que se desmarcan de los coches eléctricos de alta gama que Musk implantó en la industria automovilística. Xiaomi, empresa conocida mundialmente por la producción de móviles, presentó a principios de abril un coche que competiría con Tesla por mucho menos dinero.
Hacia una China cada vez más digitalizada
La digitalización de China también está presente en los coches, logrando que estas novedades sean el mayor reclamo de los compradores de automóviles eléctricos en el país asiático. Hay que tener en cuenta que BYD exporta menos de un 10% de su producción, demostrando que estos avances no llaman tanto la atención en Occidente. «La tecnología es adecuada, el coste no es tan alto y la calidad está bien», ha afirmado sobre los coches de BYD uno de los visitantes a la feria, añadiendo que «además, han mejorado mucho el diseño».
El gigante chino también ha logrado vender más automóviles en su país de origen que grandes empresas como Volkswagen; y han superado en cuota de mercado a la americana Ford. Esto es una consecuencia, en parte, de las grandes ayudas económicas que reciben estas empresas desde el Estado, aunque todavía tienen grandes dificultades para entrar en el mercado occidental.
El Ministerio de Agricultura marroquí propuso este año un cambio de su flota de automóviles para apostar por los coches eléctricos. La falta de estaciones de carga en el país magrebí, la poca autonomía de la batería y los más que largos tiempos de recarga de estos vehículos, de siete a doce horas, ha llevado al Ministerio a echar marcha atrás en este tema. Esto demuestra la necesidad de las empresas chinas de invertir más en la electrificación. El negocio augura grandes ganancias a la potencia asiática en los próximos años.