Iván Ania, tras la victoria al Málaga: "El ambiente que se ha vivido hoy no es de Primera Federación"
El relato se ajustó a la única premisa: si el Córdoba CF se caracteriza por su voracidad, solo se concebía salir de El Arcángel con una victoria de postín ante el Málaga, el resto era trivial. Ese fue el mensaje para un bloque que, bajo la dirección de Iván Ania, consiguió embolsarse un triunfo tan crucial para los ánimos como para la tabla en el Grupo 2 de Primera Federación (1-0), en la que los blanquiverdes ahora se despegan como segundos clasificados y ven su candidatura al ascenso -sea aguantando meridianamente el pulso al líder, que cumplió, o afianzando una posición favorable de cara a la fase- reforzada sobremanera, y en casi todos los aspectos. «Se ha despertado una ilusión muy grande en la ciudad, en el ambiente, en el entorno del club y del equipo. El ambiente que se ha vivido hoy no es de Primera Federación», manifestó el propio técnico cordobesista una vez concluido el pleito.
La identidad, clave
Desde la previa era una de las grandes obsesiones: mantener la identidad intacta a pesar de la talla del rival. De ahí nació un guion pleno de personalidad en clave blanquiverde, hilado prácticamente de principio a fin en un derbi regional de primer orden, tanto por el derroche sobre la pista como por el ambiente: «Es nuestra manera de entender y lo que nos ha hecho llegar hoy a tener 70 puntos, esa propuesta, intentar salir a ganar en todos los campos. No cambiamos de jugar en casa a jugar fuera, esa valentía, esa ambición, en algunos partidos nos ha costado una derrota», afirmó.
«En el playoff, seguramente, tendremos la misma propuesta, pero hay que tener la cabeza fría también. Ojalá que no tengamos que tirar de esa situación, de que un empate pueda servir, pero está claro que la tenemos que contemplar. Siempre hemos sido igual, un equipo tanto en casa como fuera. Íbamos a salir a ganar, como ellos. Creo que ha sido un partido bonito para el espectador», añadió, recalcando, a su vez, que todavía no desecha el ascenso directo: «No doy por descartado nada. Vamos a tener fe, tenemos que hacer nuestro trabajo. Si somos capaces de acercarnos y meterles un poco de miedo, de esa presión… Eso nos va a servir para también distanciarnos de los detrás. Es difícil, estamos a ocho puntos y quedan 12, hay que ser realista, pero no podemos arrojar la toalla», aseveró.
Entre otras lecturas, el asturiano también aprovechó para destacar la diferencia entre las dos mitades del juego, con una primera de dominio blanquiverde, aunque más abierta, y una segunda en la que la puesta en escena derivó en los tres puntos: «La primera parte fue igualada. Hay una jugada determinante que pudo hacer que nos pusiéramos por delante, que es el penalti a Adilson Mendes, que no lo pitan. Después fue de alternativas. En la segunda parte salimos muy bien, fuimos capaces de ponernos por delante en el marcador y después, cuando ellos meten dos puntas, nosotros cambiamos el sistema defensivo. Una partida de ajedrez. En esa situación se igualó un poco más el partido. Fue clave ese arranque de la segunda parte, donde decidimos el partido», analizó.
El Arcángel, exultante
Para el asturiano, otro de los grandes aristas de la cita -obvio- fue la auténtica «fiesta» vivida en la grada, con dos aficiones volcadas y un El Arcángel al borde del lleno -19.233 espectadores contabilizaron los tornos- y con un clima exultante. «Lo que vivimos con la afición cantando el himno, no lo había vivido con tanta gente. Es algo que me pone los pelos de punta, pero hoy especialmente. Ojalá que pueda tener un final feliz y esperado, todos esperamos que podamos ascender. Son conscientes de lo que nos estamos jugando. Agradecer el apoyo, ese aliento que nos dan y ojalá que todos juntos podamos conseguir esa vuelta al fútbol profesional», apostilló.