Reabrirán al público el antiguo puerto maya de Oxtankah
▲ Recreaciones de Oxtankah, la ciudad prehispánica más grande e importante de la bahía de Chetumal.Foto Imágenes elaboradas por Miguel Salazar Gamboa / Proyecto Promeza, cortesía
del Instituto Nacional de Antropología e Historia
De la Redacción
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de mayo de 2024, p. 3
El antiguo puerto maya de Oxtankah, la ciudad prehispánica más grande e importante de la bahía de Chetumal, será reabierto al público con un innovador circuito
que permitirá un recorrido cronológico que empieza por las áreas habitacionales más antiguas y termina en una capilla del siglo XVI, en el área norte del sitio, como referente del arribo hispano, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Un equipo interdisciplinario de esa dependencia está por concluir una serie de trabajos en dicha zona arqueológica –localizada a unos 25 minutos por carretera del centro de Chetumal, Quintana Roo–, que han consistido en recuperar áreas que estaban aisladas del circuito de visita, para conformar un corredor que permita entender la evolución del asentamiento, cuyo nombre original se desconoce y fue bautizado en 1937 con un topónimo que puede tener tres interpretaciones: en medio de tres pueblos
, tres barrios
o lugar rodeado de ramones (el ramón es un árbol)
.
A través de recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), se efectuaron tareas en unidades habitacionales y se complementaron áreas de excavación que estaban pendientes desde los años 80 y 90 del siglo XX, detalló el director del proyecto arqueológico, Luis Raúl Pantoja Díaz.
Con esto hemos dado estabilidad a los edificios; aparte, se modificaron senderos que dañaban algunos montículos y creamos rutas alternas
, señaló el especialista, quien también ha realizado la investigación y conservación de Oxkintok, en Yucatán.
Así, se transitará de la época prehispánica, a través de las plazas y conjuntos Columnas, Abejas, Tortugas, Serpiente y Kanjobal, hacia la ocupación colonial, con la capilla del siglo XVI, símbolo de la fundación del pueblo de Oxtankah, y una de las tres construcciones de ese tipo, junto con las de Boca Iglesia, en el norte de Quintana Roo, y Dzibilchaltún, Yucatán, en entorno prehispánico.
Varios son los descubrimientos significativos arrojados por estos trabajos, según Pantoja Díaz, quien como ejemplo refirió que en el área intermedia del sitio se consolidó un montículo que corresponde a una unidad habitacional de élite, a la cual se le nombró tok’ (piedra dura en lengua maya), donde se registraron los entierros de dos individuos colocados en posición sedente, y a los que se acompañó con ofrendas cerámicas que pueden fecharse en el Clásico Temprano (250-600 dC).
Asimismo, durante la consolidación de la Subestructura 1 del Monumento VI, en Plaza Columnas, se halló una urna de piedra que contenía una ofrenda de puntas de lanza elaboradas en sílex y cuya temporalidad también corresponde al Clásico Temprano, añadió.
En tanto, fragmentos de al menos siete incensarios-efigie fueron descubiertos asociados con osamentas incompletas, en los altares D, E y F, localizados al frente de la Pirámide I de Plaza Abejas, los cuales datan del Posclásico, hacia 1100 dC.
Otro aspecto novedoso en esta zona arqueológica –la cual fue habitada entre los años 660 aC y 1100 dC y explorada por vez primera hace 111 años por Raymond Merwin– es la incorporación en el cedulario de imágenes renderizadas, que recrean cómo debieron lucir sus estructuras arquitectónicas en el auge del puerto prehispánico durante el Clásico Temprano, cuando desempeñó un papel sociopolítico crucial en la región.
Las representaciones en tercera dimensión, elaboradas por el arqueólogo Miguel Salazar, también con recursos del Promeza, ofrecerán una visión más cercana de lo que pudo haber sido una pirámide, un palacio o una plaza
, indicó Pantoja.
Por las etapas constructivas, anteriores a las fachadas que hoy pueden admirarse, sabemos que los edificios pertenecen al estilo arquitectónico del Petén: basamentos con taludes pronunciados que fueron levantados con piedras labradas y cubiertos con estucos, no tan finos como los del Puuc, pero sí tenemos evidencia de estucos modelados que posiblemente correspondieron a mascarones de deidades
.