Crisis en el precio de la leche se pudo evitar: José Félix Lafaurie destapó quiénes tienen la culpa
El sector lechero de Colombia pasa por una notable crisis productiva, de distribución y de comercialización. Por lo menos, así lo dejó entrever la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), la cual alertó que la situación se agrava cada vez más rápido debido a la determinación de reducir el recibo de leche en las fincas por parte de Alpina y Alquería, industrias procesadoras líderes en el país.
Según Analac, estas determinaciones llevan al productor a una situación crítica y aumentan la incertidumbre que se vive desde hace 14 meses por la baja en los precios pagados en las fincas.
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De igual forma, la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche), que tiene como directora ejecutiva a Ana María Gómez, envió una carta a la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica. En ella, manifestó serias preocupaciones respecto del marcado descenso del consumo de leche y sus derivados que oferta el país desde hace más de dos años, y cuyas negativas consecuencias ya se evidencian a lo largo de toda la cadena.
El director ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, aseguró que propuestas sobre la mesa son las que ha puesto para impulsar el consumo de leche en el país y así mejorar la situación de cientos de familias que se dedican a la producción de esta proteína. Sin embargo, “ahí siguen”, criticó en su más reciente columna de opinión titulada ‘Volvieron las lluvias… y la leche derramada’.
El alto ejecutivo desglosó sus propuestas en su escrito semanal:
- Que las compras públicas ayuden, que la leche sea obligatoria en los menús de guarniciones militares y, sobre todo, por su importancia para el crecimiento, en los hogares infantiles del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) y el Programa de Alimentación Escolar (PAE), que tanto se roban.
- Una alianza entre el Estado, los ganaderos y la industria para producir leche para segmentos populares, con un subconsumo que hace parte de los problemas de desnutrición: “Se trata de leche pasteurizada, porque la ultrapasteurización, la larga vida, el envase tetrapack y la multimillonaria publicidad de la industria convierte a la leche en un lujo. En países desarrollados y lecheros, como Holanda y Australia, es más apetecida la leche fresca y de corta duración en bidones de plástico reciclable. Además, ¿para que un ama de casa de estrato uno querría comprar leche costosa para seis meses?”, escribió.
- Alianzas para ampliar la capacidad de pulverización y acercarse siquiera a una condición de garantía de compra, como la tienen los cafeteros, para que el pequeño productor de nuestra historia no tenga que “llorar sobre su leche derramada” porque nadie se la compra o la debe regalar en la informalidad a precios que no cubren los costos.
El dirigente gremial manifestó que la crisis por la que están pasando los productores “no es un cuento imaginario”, sino que es la realidad de cerca de 300.000 colombianos, “pues nuestra producción de leche es, en su mayoría, de pequeños ganaderos minifundistas que hacen parte, muchos de ellos, de la pobreza rural”.
Agregó que “desde hace años hemos puesto propuestas de solución sobre la mesa…, y ahí siguen. Podemos hacer más seminarios para un problema sobrediagnosticado, pero es urgente pasar a las soluciones”.
En su columna de opinión, Lafaurie relató la difícil historia de los campesinos que son productores de leche: “Volvieron las lluvias. Con ellas, el pasto se tornó verde y abundante, y las diez vacas de un pequeño productor lechero del altiplano recobraron su condición y las cinco en ordeño produjeron más leche. Entonces compró abono para aprovechar las lluvias, a pesar de que todavía está caro, pero vale la pena recuperarse de los meses alimentando sus animales con silo de maíz a $20.000 el bulto, y también del menor precio que paga la pasteurizadora desde hace meses”.
Según él, esos productores, que hacen presencia en la Colombia profunda, no entienden por qué bajaron el precio de la leche en verano, ”pues, si no hay pasto, hay menos leche y el precio mejora, como siempre. Por ahí oyó que era por la leche que traen de Estados Unidos; entonces se preguntó: ¿Para qué la traen?, si aquí tenemos ‘hasta pa’ botar pa’ lo alto’”.
“Cuando baja al pueblo a mercar, piensa que, si a él le pagan menos por la leche que vende, también le deberían cobrar menos por la que compra, la de las cajas azules. Pero no es así; esa siempre sube, por la inflación, dicen”, agregó el presidente ejecutivo de Fedegán.
Lafaurie manifestó que cuando llegan las lluvias vuelve algo de optimismo al campo, aunque el agua destruya las vías y todo se complique.
“Pero, en fin, venderá más leche. No pensaba que sus cuentas fueran ‘las de la lechera’, hasta que anunciaron otra disminución del precio, dizque para no tener que recibir menos leche o no todos los días, pero las vacas todos los días dan leche y, si no se ordeñan, les da mastitis”, anotó el presidente de Fedegán.
Y concluyó al decir: “¿Las razones? Que la gente toma menos leche, que los niños en vacaciones, que hay mucha por el invierno, que las importaciones, que lo uno y lo otro; pero con ninguna de esas explicaciones paga en el almacén de insumos, ni la costosa energía…, ninguna paga el mercado y nunca recuperará las pérdidas del verano”.