La capital europea que premiará con comida, vino y visitas gratuitas a los turistas que cuiden el medio ambiente
COPENHAGUE.- Dinamarca, reconocido en 2022 como “el país más amigable con el medio ambiente”, decidió dar un paso más en esa dirección, y su capital, Copenhague, acaba de anunciar un plan piloto para recompensar a los turistas que colaboren a que siga encabezando el listado de “países verdes”.
La iniciativa CopenPay premiará a los visitantes que, entre otras actividades, recolecten basura, viajen en transporte público o anden en bicicleta, con almuerzos gratuitos, café, copas de vino, visitas a museos y alquiler de kayak.
El plan piloto se desarrollará del 15 de julio al 11 de agosto y, si tiene éxito, se extenderá al resto del año.
En el listado que realiza anualmente la Universidad de Yale, Dinamarca se ubicó en 2022 como “el país más amigable con el medio ambiente”. El Índice de Desempeño Ambiental clasifica desde 2020 a 180 países en 32 indicadores de desempeño relacionados con la salud ambiental y la vitalidad de los ecosistemas, desde la cantidad de contaminación por partículas en el aire y la pureza del agua potable hasta la salud de las poblaciones de peces y la gestión de los humedales. Luego establece una puntuación que tiene 100 como puntaje máximo.
La propuesta de Copenhague se lanzó con el fin de compensar la “carga ambiental” que genera el turismo y su objetivo no es incrementar la cantidad de visitantes, según la oficina de turismo de la ciudad.
“Con CopenPay, permitimos a las personas experimentar más de lo que Copenhague ofrece y al mismo tiempo ejercer una menor presión sobre nuestro planeta”, afirmó Mikkel Aaro Hansen, director ejecutivo de Wonderful Copenhagen, la oficina de turismo local.
“Se trata de crear experiencias significativas y memorables que sean agradables y responsables con el medio ambiente”, agregó.
Para obtener las recompensas, los turistas simplemente necesitan mostrar su billete de transporte público o una foto de ellos mismos recolectando basura o haciendo voluntariado en granjas urbanas.
La jefa de comunicaciones de la oficina de turismo, Rikke Holm Petersen, dijo a la BBC : “Cuando uno viaja al exterior, ya sea que vuele a otros lugares o viaje en coche, está contaminando”.
“Una de las cosas que podemos cambiar es conseguir que la gente actúe de forma más sostenible en el destino elegido”, agregó.
Hasta el momento, 24 empresas participan en el plan de turismo sostenible y ninguna de ellas recibe pago del gobierno por participar y ofrecer recompensas gratuitas a los turistas.
CopenPay “se basa en la confianza de las pruebas que presente el visitante, del mismo modo que la sociedad danesa es la más confiada del mundo”, afirma la oficina de turismo en su sitio web.
La alcaldesa de la ciudad, Sophie Haestorp Andersen, dice que está “encantada de ver una iniciativa como CopenPay que combina nuestra rica vida cultural con un fuerte compromiso con la sostenibilidad”.
Añadió que “al convertir las acciones ecológicas en moneda para experiencias culturales, los turistas tienen una oportunidad única de explorar Copenhague de una manera que beneficia tanto al medio ambiente como a la comunidad local. Esto se alinea perfectamente con nuestros valores y ambiciones de promover soluciones sostenibles en Copenhague”.
Hansen, como director de la oficina de turismo de la capital danesa, añadió que para su organismo “es una tarea fundamental hacer que los viajes sean sostenibles, y sólo lo lograremos si superamos la gran brecha que existe entre el deseo de los visitantes de actuar de manera sostenible y su comportamiento real”.
“Puede parecer simple, pero no lo es. Queremos que los visitantes tomen decisiones conscientes y ecológicas y, con suerte, terminen obteniendo experiencias aún mejores durante su visita”, añadió.
Mientras tanto, los destinos turísticos en España han estado protestando contra el turismo de masas en las últimas semanas. Con el objetivo de ahuyentar a los turistas, días atrás en Barcelona un grupo de manifestantes lanzó pistolas de agua contra visitantes que estaban almorzando en la rambla.
Los furiosos lugareños que también orquestaron protestas masivas contra el turismo en las Islas Canarias a principios de este año lanzaron una advertencia a los viajeros británicos la semana pasada, prometiendo que apuntarían a las “principales zonas turísticas”.
Decenas de miles de personas salieron a las calles de Tenerife el 20 de abril y se cree que unos 200.000 manifestantes participaron en manifestaciones en todo el archipiélago insular.
Las protestas, organizadas por varios grupos, entre ellos Amigos de la Naturaleza de Tenerife (ATAN), tenían como objetivo disuadir a los turistas extranjeros y al mismo tiempo obligar a los ayuntamientos a introducir una nueva legislación destinada a proteger las islas de los efectos de una industria turística en constante expansión .
Agencias DPA y AFP
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