Día internacional del tigre: la población aumenta un 74% en 13 años, pero la especie sigue …
Hoy, 29 de julio, es el Día internacional del tigre. «Aunque sea difícil de creer, al ser humano le ha bastado solo un siglo para acabar con el 97% de la población tigres salvajes. Y los pocos que viven en libertad están en peligro por el tráfico de especies, la mayor amenaza para la supervivencia del felino más grande del mundo. Pero aún estamos a tiempo de luchar contra esta lacra». Es el primer párrafo de la campaña de recogida de firmas ‘Salva al tigre. Ponte en su piel’, que impulsa WWF. Ya ha reunido más de 314.000 rúbricas.
El tigre es uno de los animales más perseguidos del planeta. «Los tigres salvajes son cazados por furtivos para traficar con su piel, utilizada como alfombras y objetos de decoración; sus huesos, destinados a elaborar medicinas supuestamente milagrosas y con otras partes de su cuerpo como garras y colmillos que se venden como amuletos«, señala.
El resultado de todo eso es que en la actualidad hay más tigres cautivos que libres: unos 14.000 malviven enjaulados en fosos y jaulas de zoos o granjas, donde son criados para traficar con sus huesos y pieles: más de 900 en Europa, de 8.000 en Asia y más de 5.000 en Estados Unidos.
Más: a pesar de estar protegido, entre 2000 y 2018 fueron incautados más de mil tigres troceados en el Sudeste Asiático. Las trampas, el tráfico ilegal y la destrucción de sus hábitats son sus mayores amenazas, colocando al tigre en la categoría de ‘en peligro’, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Solo en los últimos 15 años el ser humano ha matado, al menos, a 1.755 tigres, principalmente en Laos, Vietnam y Tailandia.
Crimen contra la biodiversidad
«Los furtivos han colocado en áreas protegidas más de 12 millones de trampas que capturan, mutilan y matan a muchos animales que, durante días o semanas, agonizan antes de morir de hambre, sed o por sus heridas», denuncia WWF, que trabaja «para acabar con este negocio ilícito que enriquece a muy pocos, pero que nos empobrece a todos porque es un crimen contra la biodiversidad«.
El colectivo ha hecho un llamamiento para unirse «a la lucha contra este crimen» y «salvar a las especies amenazadas», en este caso el tigre. La ONG ambientalista revela aún más datos sobre la persecución que sufren los tigres.
De las nueve subespecies que existían, solo quedan seis y tres de ellas ya se han extinguido (el tigre balinés, el del Caspio y el de Java).
Aun así, nuestros esfuerzos empiezan a dar resultado y la población mundial de tigres salvajes está creciendo por primera vez, aumentando de 3.200 a 5.574 en los últimos años, un incremento del 74%, según el Foro Mundial del Tigre.
«Desde WWF luchamos sin descanso (desde hace más de 60 años) contra el tráfico de especies, apoyando a los guardas que se enfrentan a los furtivos, trabajando con los gobiernos para el endurecer la persecución de este crimen y promoviendo la prohibición del consumo en los mercados de destino, principalmente asiáticos», apunta.
Las poblaciones de tigre se recuperan «a buen ritmo» gracias a distintos proyectos en los principales países donde tiene presencia, principalmente en Nepal, China, India, Rusia y Bután. Sin embargo, la especie sigue amenazada «por el tráfico ilegal y la destrucción de sus hábitats», insiste WWF.
Extinguidos en Camboya, Laos y Vietnam
El objetivo que se ha marcado esta ONG es que para 2034 las poblaciones de tigres salvajes y el número de lugares donde viven se mantengan estables o aumenten en 22 zonas de toda el área de distribución actual e histórica del tigre.
Pese a la recuperación de la especie a nivel global como muestra el último censo presentado en el Foro Mundial del Tigre el pasado 2023, durante los últimos 25 años los tigres se han extinguido en Camboya, Laos y Vietnam, y ha habido una disminución significativa en Malasia, Myanmar y, en menor medida, en Tailandia.
En la actualidad, hay presencia de 6 subespecies de tigre (Panthera tigris) en Bután, China, India, Indonesia, Malasia, Nepal, Rusia y Tailandia. La población se ha duplicado en Nepal y también se está recuperando en China, India, Rusia y en Bután, donde ahora viven 131 tigres (un 27% más que en 2015).
WWF ha plantado más de 50.000 árboles en los bosques del noreste de China, donde vive el tigre de Amur. Además, ha creado reservas y corredores para reconectar poblaciones aisladas en los 13 países donde sobrevive, logrando que existan más de 100 áreas de conservación de tigres. Todo ello acompañado de acciones que fomentan el ecoturismo en estas zonas y el diálogo con comunidades locales para posibilitar la coexistencia.
En cuanto a la lucha contra el tráfico de especies, WWF apoya a los guardas de los espacios naturales que se enfrentan a los furtivos, trabaja con los gobiernos de los países donde tiene presencia la especie para endurecer la persecución de este crimen y vigila la venta ilegal en mercados clandestinos.
Página para la recogida de firmas: https://traficoespecies.wwf.es/ponte-en-su-piel