El nuevo secretario de Culto asume como más funciones y le recorta poder a la canciller Diana Mondino
Doce días atrás, el neuquino Francisco Sánchez dejaba de ser el secretario de Culto del gobierno de Javier Milei y comenzaba a sonar el nombre de Nahuel Sotelo, diputado provincial libertario, como su probable reemplazo. Una foto de ambos junto a la canciller Diana Mondino como sonriente intermediaria, completó aquella escena del traspaso de mando.
Mientras en la Casa Rosada se ultiman los detalles para su desembarco, Sotelo se prepara para asumir en un contexto muy distinto al de su antecesor, según pudo saber LA NACION. Cercano a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor todoterreno Santiago Caputo, y con relación directa con el Presidente, el joven alfil libertario contaría con mayor poder y control sobre áreas que hoy son parte del trabajo diario de la Cancillería, como derechos humanos, las relaciones institucionales-es decir el vínculo con las provincias- y hasta la representación internacional del Gobierno en Culto y otros temas, como niñez, familia y género.
Si bien en el Palacio San Martín prefieren esperar hasta que el decreto -hoy en preparación, sin texto final aprobado-esté publicado, los cambios que se proponen significarían un nuevo recorte en las atribuciones de Mondino, en el mismo sendero de la aparición de la experta en temas de género y familia Ursula Basset, asesora aún sin nombramiento formal de la Cancillería y con activa participación en una reunión plenaria de la OEA, meses atrás.
Fuentes con conocimiento del proceso de elaboración de la nueva estructura aseguraron a LA NACION que el decreto con la designación de Sotelo y el nuevo organigrama de la secretaría de Culto y Civilización (se le agregaría esta última palabra) estaría listo esta misma semana. Cercano a Milei, católico practicante y ligado a los sectores más conservadores de la Iglesia, Sotelo conduce el bloque de diputados bonaerenses de La Libertad Avanza, un bloque atravesado (al igual que a nivel nacional) por las peleas y disidencias internas.
Mientras el inminente funcionario prefiere el silencio, el borrador que circula por distintos despachos oficiales enfatiza la necesidad de defender “valores y principios” coincidentes con los ideales libertarios. Leal a esos preceptos libertarios, y con 29 años, Sotelo calificó días atrás de “basura” al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y suele repetir en las redes sociales consignas contra la “casta izquierdista” en el periodismo. De buen vínculo con el senador provincial libertario Agustín Romo, Sotelo encontrará otro aliado en el joven Agustín Caulo, actual director nacional de Culto, que comparte la militancia contra el aborto desde el liderazgo del denominado Frente Joven.
Los cambios en la secretaría de Culto, que la vieja guardia de la Cancillería califica de “peligrosos”, llegarán luego de la gestión de Sánchez, que alegó “cuestiones personales” para alejarse del cargo, pero que era cuestionado aún desde antes de asumir el cargo, que ejerció durante siete meses. Sus comentarios agresivos contra el papa Francisco, por los que pidió disculpas, y el “sionismo internacional” le generaron al exdiputado por Neuquén una desconfianza congénita de los principales cultos a su llegada a la secretaría, a mediados de enero, una desconfianza que en ningún momento terminó de disiparse.
En cuanto a Mondino, y a pesar de que en las últimas semanas se acallaron los rumores que le adjudicaban una salida inminente de la Cancillería, la llegada de Sotelo significaría para ella otro golpe en el tablero que comanda desde el primer día de la gestión libertaria. “Ambos compartimos que (Julio Argentino) Roca fue el mejor presidente, pero nuestro objetivo será contribuir para que ese podio cambie de dueño”, escribió la canciller en la red social X, junto a la foto con el inminente nuevo funcionario.