Encabezan las mujeres la celebración por la entrega de los Premios INAH
▲ Diego Prieto, director del INAH (al centro), enfatizó la importancia de reconocer la vocación científica en el ámbito de las ciencias antropológicas e históricas.Foto Cristina Rodríguez
Daniel López Aguilar
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de septiembre de 2024, p. 3
El auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología (MNA) se llenó de aplausos y emociones al celebrar ayer la entrega de los Premios INAH, acto anual que destaca la excelencia académica y científica en el ámbito de las ciencias antropológicas e históricas.
La edición 39 destacó por su notable paridad de género: 29 mujeres y 25 hombres galardonados, así como la posibilidad de renombrar estos reconocimientos en honor a destacadas antropólogas, arqueólogas e investigadoras, gesto significativo en un ámbito tradicionalmente dominado por los hombres.
Durante su intervención, José Luis Perea González, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó la importancia de estos premios como una manera de honrar y reconocer la labor de quienes se dedican al estudio del conocimiento del ser humano.
Esta ceremonia es un reconocimiento a la labor de quienes se dedican a la conservación, divulgación e innovación de nuestro patrimonio cultural
, añadió.
“Desde su creación, impulsados por Ignacio Bernal, los Premios INAH han sido una manifestación del compromiso con la excelencia académica y la búsqueda incesante de la verdad histórica.
“Ignacio Bernal, uno de los más grandes arqueólogos mexicanos y director del INAH en 1969, fue el pionero detrás de la instauración de estos premios. Para Bernal, estos galardones eran más que un reconocimiento; representaban un compromiso inquebrantable con la búsqueda de la verdad y el fomento de una cultura académica de excelencia.
Esa misma visión fue retomada por el historiador Enrique Florescano durante su gestión como director del instituto, lo cual reafirmó la importancia de reconocer y destacar la labor de los investigadores en las diversas disciplinas de la antropología.
Los Premios INAH abarcaron un amplio espectro de categorías: arqueología, antropología física, historia y etnografía, etnología y antropología social, conservación de bienes inmuebles y del patrimonio arquitectónico y urbanístico, museografía e investigación de museos y lingüística.
Este año, se recibieron 269 trabajos, de los cuales 211 correspondieron a tesis de licenciatura, maestría y doctorado. Estos números son un claro indicador del entusiasmo y la participación activa de los estudiantes
, quienes encuentran en los premios incentivos para desarrollar su pensamiento crítico y preservar los valores profundos de la cultura y el humanismo.
El director del INAH, Diego Prieto Hernández, enfatizó la importancia de premiar la vocación.
Hacer esto “es alentar la dedicación, la pasión y el compromiso con el conocimiento. Para el INAH, la vocación no es simplemente un camino profesional, es una misión que implica honrar y proteger la herencia cultural de México. Desde su fundación, el instituto ha sido un faro que guía la formación de generaciones de investigadores, académicos y profesionales en las ciencias antropológicas e históricas.
Compromiso con la memoria
El instituto ha jugado un papel fundamental en la formación de especialistas a través de sus centros educativos, como la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, y la de Antropología e Historia del Norte de México, que proporcionan una formación integral que abarca tanto el conocimiento teórico y metodológico como el compromiso con la memoria, la historia, la diversidad cultural y el pensamiento crítico.
El antropólogo informó que a lo largo de 39 ediciones de los Premios INAH, se recibieron más de 6 mil trabajos, de los cuales más de 2 mil fueron galardonados (con premios o menciones honoríficas). En términos de género, 54 por ciento de los condecorados son mujeres, lo que refleja un avance significativo en la inclusión y reconocimiento en todas las áreas del instituto.
Sin embargo, Diego Prieto hizo una observación pertinente: todos los premios actuales llevan el nombre de hombres
. Esta situación invita a la reflexión sobre cómo incluir y visibilizar a las mujeres que han hecho contribuciones significativas en estas disciplinas, como Johanna Faulhaber, Eulalia Guzmán y Mercedes Olivera, cuyas contribuciones podrían ser reconocidas en futuras ediciones.
En el actual sexenio se recibieron mil 845 tesis y trabajos de investigación, y se conformaron mil 53 jurados para evaluarlos. Este proceso resultó en 469 galardonados, reflejando el compromiso del INAH con la emisión anual de estos premios, incluso durante los años de la pandemia de covid-19.
La colaboración con instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de México y la Universidad Autónoma Metropolitana ha sido crucial para garantizar la imparcialidad y excelencia académica en la evaluación de los trabajos.
Con un total de 15 millones 128 mil pesos distribuidos entre los ganadores, los premios INAH continúan siendo un pilar fundamental para el desarrollo académico y científico del país, inspirando a nuevas generaciones a seguir explorando y preservando la rica herencia cultural de México
, concluyó.